Vista

Stephen Rhoton
Stephen Rhoton
Graduado en Ingeniería de Sistemas Biológicos

Se conoce como vista al sentido corporal localizado en los ojos que sirve para percibir la luz, y con ella la forma y el color de los objetos. Asimismo, nos ayuda a diferenciar la distancia, el tamaño y la textura de todos los elementos que nos rodean.

El sentido de la vista o visión es uno de los cinco sentidos que posee el ser humano y un gran número de especies animales. Funciona gracias a un grupo de tejidos ubicados en el ojo y el cerebro, dos órganos que se comunican entre sí para dar forma a lo que vemos.

Algunas partes claves que intervienen son la córnea, la pupila o la retina, que contiene células capaces de captar la información de la luz.

Por ejemplo, cuando observamos un objeto iluminado por la luz del sol, la luz reflejada del objeto entra en nuestros ojos. Después, la luz pasa por la córnea, pupila, cristalino, y finalmente la retina, que transmite la imagen recibida al cerebro mediante el nervio óptico.

A continuación, ahondamos sobre las diferentes partes que conforman el sentido de la vista.

Partes de la vista

Las partes del sentido de la vista, desde la córnea hasta el nervio óptico.

El elemento principal de la vista es el ojo, el órgano que utilizamos para ver el mundo que nos rodea. Contiene una serie de tejidos, sustancias y células que cumplen con funciones diferentes, pero solo algunos de ellos intervienen directamente en la vista.

En concreto, las partes frontales y periféricas destacadas del ojo que influyen en el sentido de la vista son:

  • Esclerótica: es una membrana elástica hecha de fibras de colágeno que regula el paso de la luz a través de melanocitos, unas células que absorben parte de la luz. Además, sobre esta membrana hay unos músculos que facilitan la movilidad del ojo para que podamos ver diferentes puntos y objetos sin tener que mover la cabeza constantemente.
  • Coroides: es otra membrana, situada debajo de la esclerótica, que ayuda a minimizar la dispersión de luz dentro del ojo.
  • Córnea: es un tejido semitransparente que sirve como superficie de refracción de la luz. Consta de cinco capas, no posee vasos sanguíneos, y para mantener su forma se sirve del humor acuoso, un líquido transparente ubicado entre la córnea y el cristalino.
  • Iris: es un diafragma circular hecho de fibras musculares que controla la cantidad de luz que entra dentro del ojo, y que presenta color por la existencia de unos pigmentos llamados melanina y melanocitos. En concreto, controla el paso de la luz a través de la dilatación y contracción de la pupila.
  • Pupila: es el punto negro que hay en el centro del iris. Si incide mucha luz sobre la pupila, esta se contraerá para evitar una sobreexposición de radiación luminosa, lo que se llama miosis. Si incide muy poca luz, se dilatará para captar la mayor cantidad de luz posible, un proceso llamado midriasis.
  • Cristalino: es el lente natural del ojo, ubicado justo detrás del iris y la pupila, y que se encarga de enfocar los objetos que vemos a diferentes distancias. El cristalino puede adoptar una forma más convexa o estirada gracias a las fibras musculares del cuerpo ciliar, lo que permite mejorar la nitidez de la visión cuando cambiamos de enfoque. El cristalino también protege la retina parte de la radiación ultravioleta.

Al atravesar el cristalino, la luz tiene un recorrido más largo, pasando por las siguientes tres partes principales:

  • Humor vítreo: es un líquido denso, transparente y gelatinoso que contiene vasos sanguíneos para nutrir el ojo, y contribuye a la transmisión de la luz del cristalino hasta la retina.
  • Retina: es un tejido que cubre la superficie interior del ojo, formado por varias capas sensibles a la luz. Es encargada de recibir los estímulos luminosos y traducir esta información en señales eléctricas que luego se transmiten al nervio óptico. Contiene millones de células receptoras de luz divididas en dos tipos:
    • Los bastones, responsables de la visión periférica y nocturna, y de percibir la intensidad de luz. Estas células nos permiten apreciar mejor detalles como las formas o la textura de las superficies y objetos.
    • Los conos, sensibles a la longitud de onda que emite la luz, lo que permite traducir esta información en un color u otro.
  • Nervio óptico: es la sección final del ojo que sirve para enviar, mediante impulsos nerviosos, la señal de la imagen recibida de la retina al cerebro.

Finalmente, diferentes partes del cerebro cooperan entre sí para interpretar la imagen recibida, como los núcleos geniculados o la corteza visual, ubicada en el lóbulo occipital.

Cómo funciona la vista

Imaginemos que tenemos una botella enfrente nuestro. Parte de la luz reflejada en la botella incide sobre la córnea del ojo (1), que luego cambia ligeramente de dirección hacia el iris. Ese fenómeno se llama refracción, y sucede por el tejido del que está hecha la córnea, así como su curvatura o convexidad.

El paso de la luz a través del ojo, mostrando cómo funciona el sentido de la vista.

La luz pasa por el humor acuoso y llega a la pupila (2). Ahora, dependiendo de la intensidad y cantidad de luz, la pupila se contraerá o dilatará. De esta forma, el ojo puede captar toda la información luminosa necesaria para comprender lo que vemos, y al mismo tiempo evitar que se sobreexponga a la luz. ¡Un exceso de luz puede dañar nuestros ojos!

Seguidamente, la luz atraviesa el cristalino (3). Aquí sucede un fenómeno curioso: la información luminosa recibida de la pupila se invierte. Debido a que el cristalino es convexo, es decir, curvado hacia fuera, los rayos que inciden en la zona superior pasan a la zona inferior, y viceversa.

Como nota adicional, el cristalino se puede estirar o contraer según la distancia a la que se encuentre el objeto. Esta capacidad nos permite enfocar nuestra visión para obtener una imagen nítida; de lo contrario, los objetos se verían borrosos.

Tras pasar por el humor vítreo del ojo, la imagen invertida llega a la retina (4). Este tejido tiene una función clave: traducir la información luminosa en señales eléctricas con la ayuda de células fotorreceptoras, los bastones y conos. Estas señales luego viajan hasta el nervio óptico, la última de las partes claves del ojo.

Finalmente, el nervio óptico (5) se encarga de transmitir estas señales eléctricas al cerebro, que luego interpreta e invierte una segunda vez para mostrarnos la imagen final.

Características de la vista

  • La vista es el sentido que más se utiliza por encima del resto, incluyendo el oído y del olfato, los otros dos sentidos más empleados por el ser humano.
  • El color es solo una percepción, una forma en que el cerebro nos muestra la información de luz transmitida. El hecho de que veamos diferentes colores es debido una característica de la luz: su longitud de onda. Si la longitud de onda es de unos 700 nanómetros, veremos el color rojo; si es de unos 400 nanómetros, percibiremos el objeto con un color violeta.
  • Continuando con la propiedad anterior, las longitudes de onda que nuestro ojo puede detectar comprenden desde los 380 hasta los 780 nanómetros. Este rango de valores se conoce como luz visible.
  • La parte más importante del ojo que nos permite ver e interpretar nuestro alrededor es la retina, ya que este tejido es el que contiene células que detectan el color o longitud de onda, así como la intensidad de luz.
  • En el ojo humano existen más de 100 millones de bastones, pero menos de 10 millones de conos. A raíz de esto, nuestro ojo posee mayor capacidad en detectar formas, distancias, texturas e intensidad de luz que en diferenciar los colores.
  • El proceso de recibir, transmitir e interpretar la imagen recibida a través de la vista es tan rápido que parece instantáneo. Sin embargo, conforme más lejos esté el objeto, habrá más tendencia de detectar el pasado de dicho objeto que no su presente, ya que la luz, aunque muy rápida, no viaja instantáneamente. Es por eso que, cuando miramos las estrellas durante la noche, no vemos su posición actual, sino la que tenían años atrás.

Enfermedades que afectan a la vista

Hay una serie de enfermedades relacionadas con la vista que pueden afectar negativamente a nuestra visión. Las más destacadas son:

  • Astigmatismo: resulta en una visión distorsionada.
  • Catarata: se presenta por una opacidad leve del cristalino. También se puede presentar por una disminución de la visión, incluso a luz del día.
  • Glaucoma: el aumento de la presión intraocular que puede ocasionar la disminución del campo visual e incluso ceguera.
  • Hipermetropía: dificultad en observar lo que está cerca.
  • Miopía: dificultad en observar lo que se encuentra distante.
  • Presbiopía o presbicia: conocido como la vista cansada o el envejecimiento, en virtud de la incapacidad de enfocar con nitidez lo que se encuentra cerca.
  • Estrabismo: desviación ocular de uno de los ojos, o de los dos, para un mismo punto.
  • Retinopatía: causada por la alteración de los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que interfiere en la cualidad visual del individuo, pudiendo llevar al individuo a la ceguera.

Vea también Los 5 sentidos.

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Cómo citar: Rhoton, Stephen (07/05/2024). "Vista". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/vista/ Consultado:

Stephen Rhoton
Stephen Rhoton
Stephen se graduó en 2017 en Ingeniería de Sistemas Biológicos, y finalizó en 2020 los estudios del máster en Tecnologías Facilitadoras para la Industria Alimentaria y de Bioprocesos. Cursó ambos en EEAABB (Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona).
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