Valores Afectivos
Los valores afectivos son los principios que determinan nuestras actitudes a partir de los sentimientos y las emociones. Su objetivo es satisfacer nuestras necesidades afectivas a través de las demostraciones de amor que se ofrecen y reciben.
El amor, la amistad, el respeto, la honestidad, la paciencia, el compromiso, la confianza, son algunos ejemplos.
Amar y sentirse amado genera una buena actitud ante la vida, porque el afecto genera bienestar. Estar de buen ánimo y sentirse seguro de uno mismo se traduce en una buena disposición para compartir con los demás.
Algunas decisiones se toman a partir de sentimientos y necesidades afectivas, de allí que puedan resultar poco idóneas porque no parten de la razón. Por ejemplo, si algo no salió como querías, es posible que haya predisposición al mal humor.
Los valores afectivos también se relacionan con otros valores que establecen principios personales, como los valores familiares, personales, morales, éticos, intelectuales o sociales. Los valores afectivos son los primeros que se aprenden y se demuestran a través de manifestaciones de amor, cariño o respeto por parte de los padres y demás seres queridos.
Estos valores fomentan la sensibilidad para comprender situaciones ajenas. Por lo que podemos prestar ayuda en los momentos necesarios y contribuir a tener una mejor sociedad.
Los valores afectivos son perdurables, sin embargo, aunque pueden sufrir transformaciones debido a las experiencias y necesidades afectivas de las personas, son complejos. Estos valores forman parte de nuestra integridad y nos ayudan a tomar decisiones en las que pesan mucho los sentimientos.
Ejemplos de valores afectivos
A continuación, se mencionan algunos ejemplos de valores afectivos que son de gran importancia para la sociedad.
Amor
El amor es el objetivo principal de los valores afectivos. El amor es un sentimiento fuerte y perdurable, aunque su intensidad puede variar en el tiempo. Nos permite amar a otros y tener mayor aprecio hacia ciertos espacios y cosas. Por ejemplo, amar a nuestros padres y dejarnos amar por ellos es un valor afectivo que genera bienestar y seguridad.
Gratitud
La gratitud busca expresar el agradecimiento que se tiene hacia alguien o algo que ocurrió. Recibir o dar un abrazo, unas palabras de consuelo, unas felicitaciones, entre otros, son gestos que se reciben con gratitud y demuestran apoyo, solidaridad y respeto.
Respeto
Las demostraciones de afecto se deben hacer con respeto, es decir, saber cuál es la mejor conducta a tomar según una situación, escuchar con atención lo que otra persona nos dice, saber cuándo y cómo decir algo que puede generar agrado o disgusto, entre otros. El respeto es un valor que forma parte de nuestra integridad y es una virtud que se debe aplicar a lo largo de la vida.
Solidaridad
La solidaridad es un valor afectivo que genera empatía y nos permite ponernos en el lugar del otro, para poder entender qué es lo que está experimentando y saber qué ayuda ofrecer. La solidaridad es genuina, es un sentimiento que nace de la necesidad de ayudar y de querer que los demás se sientan bien.
Cortesía
La cortesía es una demostración de respeto que denota atención y cuidado hacia la otra persona. Es un valor afectivo que propicia buenas relaciones con aquellas personas con las que se comparte en un momento determinado.
Paciencia
La paciencia implica tener la capacidad de entender a los demás y a nosotros mismos. Por ejemplo, los padres practican la paciencia con sus hijos, los escuchan y ofrecen los mejores consejos posibles para orientarlos a tomar una conducta positiva.
Vea también Tipos de valores.
Cómo citar: Significados, Equipo (29/10/2024). "Valores Afectivos". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/valores-afectivos-y-su-importancia/ Consultado: