Tejidos (Cuerpo humano)
Los tejidos son materiales biológicos compuestos por uno o varios tipos de células que cooperan entre sí para realizar funciones fisiológicas. Todos los órganos del cuerpo humano se componen de tejidos, por lo que cumplen un papel vital en el desarrollo y mantenimiento del organismo.
Las células implicadas en un tejido u otro se parecen bastante entre sí, pero no tienen por qué ser iguales. Las células de un tejido pueden realizar funciones ligeramente diferentes según su ubicación, pero cooperan para lograr un mismo fin.
Un ejemplo de tejido es el muscular, presente en todos los músculos del cuerpo humano. Este tejido permite al cuerpo moverse, así como recibir o aplicar fuerzas.
Otro ejemplo es el tejido epitelial, como el que da forma a la piel. Esta nos recubre por todo el exterior, sirviendo de barrera ante las sustancias dañinas del exterior y como capa protectora para los músculos y vasos sanguíneos.
En definitiva, los tejidos forman parte de todo el cuerpo humano, dando forma a los órganos para que estos realicen sus funciones, al mismo tiempo que proveen de protección y sostén.
Tipos de tejidos y ejemplos
En el ser humano existen dos grupos principales de tejidos:
- los tejidos especializados, que a su vez se dividen en el muscular y el nervioso;
- y los tejidos no especializados, que acogen el conectivo y el epitelial.
Veamos todos estos tejidos en profundidad.
Tejido muscular
El tejido muscular es aquel que permite el movimiento y la contracción o extensión de las diferentes partes del cuerpo humano. Se encuentra en los músculos, mas también posee un papel vital en órganos como el corazón o los que forman parte del tracto digestivo.
Asimismo, el tejido muscular ayuda a mantener el cuerpo erguido y a comunicar las distintas regiones de nuestro torso y extremidades para transmitir movimientos. Se compone de fibras musculares con proteínas que le dan una consistencia densa, y permite sostener o aplicar fuerzas.
El tejido muscular se puede clasificar de entre tres tipos:
- el tejido muscular estriado, compuesto de músculos que podemos mover conscientemente, los que se hallan en las extremidades;
- el tejido muscular liso, compuesto de músculos que no podemos mover de forma consciente, como aquellos que participan en los movimientos involuntarios del tracto digestivo;
- y el tejido muscular cardíaco, que se encarga de los movimientos cardíacos para bombear la sangre.
Tejido nervioso
El tejido nervioso está formado por neuronas, que detectan estímulos y transmiten señales nerviosas, y la glía, un grupo de células que sirve de unión entre neuronas. Aunque este tejido se halla por todo el cuerpo humano, se encuentra principalmente en el cerebro y la médula espinal.
Este tipo de tejido es clave para la supervivencia y convivencia diaria con otros seres humanos. Nos permite reaccionar a lo que nos rodea gracias los nervios ubicados por todo el cuerpo. Sin el tejido nervioso, no tendríamos ninguna manera para decir a nuestro cuerpo cómo moverse, por ejemplo.
En este sentido, el tejido nervioso coopera con el muscular para realizar todos los movimientos, sean de las extremidades y torso o de los órganos.
Vea también Sistema nervioso y Sistema nervioso central.
Tejido conectivo
El tejido conectivo o conjuntivo es aquel que se encarga de sostener y unir otros tejidos. Está presente en gran parte del organismo, pues es un punto de unión para todos los demás tejidos.
Con tal de realizar la función de sostén, el tejido conectivo se compone de un material resistente y fibroso, con proteínas como colágeno o fibrina. Por ello, proporciona elasticidad, organización y resistencia a las diferentes partes del cuerpo humano.
El tejido conectivo más común es el laxo, que ofrece soporte a todos los órganos y vasos sanguíneos. También tenemos el tejido conectivo fibroso o cartilaginoso, presente en tendones y ligamentos, apoyando en la labor de conectar músculos y huesos.
Otros tejidos que forman parte del conectivo son el adiposo, compuesto de grasa, y el óseo, clave para dar forma y consistencia a los huesos.
Tejido epitelial
Para terminar, el tejido epitelial es aquel que sirve de cobertura tanto externa como interna, sea del organismo o los órganos. Asimismo, posee otras funciones como la absorción y secreción de determinadas sustancias mediante una capa semipermeable. Dicha capa filtra las sustancias para que no ingresen al cuerpo humano aquellas que pueden ser dañinas.
La parte externa de la piel, por ejemplo, está compuesta de tejido epitelial, actuando como barrera frente a microorganismos y elementos del exterior. Otro ejemplo es el revestimiento en el interior de los intestinos, clave para brindar protección y absorber los nutrientes que aún se puedan asimilar por nuestro cuerpo.
El tejido epitelial puede ser simple, es decir, con una sola capa de células, o estratificado, con múltiples capas. A su vez, las células se pueden agrupar en forma de columnas (llamado columnar), cúbicas o planas (denominadas escamosas).
Parénquima y estroma
Otra clasificación de tejidos es la división entre parénquima y estroma. Aunque son dos agrupaciones más típicas en las especies vegetales, también se emplean en los animales.
El parénquima es un tipo de tejido que realiza un papel funcional en un órgano. En el cuerpo humano, un ejemplo de parénquima es el tejido nervioso, concretamente el agrupamiento de neuronas, pues se encarga de transmitir señales nerviosas.
El estroma es aquel tipo de tejido que cumple una función de recubrimiento o sostén para otros tejidos. El tejido conectivo es un ejemplo claro de ello, así como el epitelial.
Características de los tejidos
Los tejidos son el segundo nivel de organización de la materia en un organismo. Es decir, la célula es el primer nivel de organización, y las agrupaciones de células constituyen los tejidos. El tercer nivel de organización es el órgano, que siempre se compone de por lo menos dos tejidos.
Cada órgano necesita de varios tejidos para realizar correctamente sus funciones. Por ejemplo, el corazón posee tejido muscular, ya que es un músculo que realiza movimientos para bombear la sangre. En él hallamos también el tejido nervioso, que envía las señales para que el corazón realice el bombeo; tejido epitelial, que recubre el corazón; y tejido conectivo, que mantiene todo unido.
Los tejidos se renuevan constantemente para mantener su integridad y asegurar un buen rendimiento para que los órganos realicen sus funciones. Al fin y al cabo, los tejidos se componen de células, que pasan por un ciclo celular de desarrollo, mantenimiento, reproducción y muerte.
Los tejidos se necesitan los unos y los otros para funcionar. Por ejemplo, de poco serviría el tejido muscular si no recibiese los nutrientes necesarios a través de los vasos sanguíneos del tejido conectivo.
Vea también Órganos del cuerpo humano.
Cómo citar: Rhoton, Stephen (10/01/2025). "Tejidos (Cuerpo humano)". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/tejidos/ Consultado: