Recursos Literarios

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Filólogo y profesor de español

Los recursos literarios son los diferentes medios estilísticos de los que se sirve un autor. Con ellos, un texto literario logra mayor expresividad, emotividad y sentido estético.

Sin ellos, un texto pierde calidad literaria y carga expresiva. Los autores disponen de un amplio abanico de recursos que les permiten darle una mayor calidad al texto y hacerlo más atractivo e interesante para el lector.

Los recursos literarios de una obra poética se manifiestan en diferentes niveles. Arcadio López-Casanova y Eduardo Alonso (1975) proponen los siguientes tres:

  • Fónicos: los que hacen uso del sonido.
  • Morfosintácticos: los que se sirven de las estructuras.
  • Semánticos: los que se centran en el significado.

A continuación, pasamos a describir los diferentes niveles y cuáles son los recursos literarios de cada uno.

Esquema recursos literarios

Recursos literarios fónicos

Son los que hacen uso de los sonidos. Los sonidos crean palabras y los autores juegan con ellas en el texto. Las repiten, ponen palabras semejantes y hace gala de otros recursos para hacer más llamativa su composición.

Los principales recursos fónicos son la rima, la aliteración, la paronomasia y la onomatopeya.

Rima

La rima consiste en una equivalencia o coincidencia de sonidos a partir de la sílaba tónica, como en ventana y mañana. Hay dos tipos de rimas:

Consonante, cuando coinciden todos los sonidos a partir de la tónica:

¡Oh, terremoto mental!
Yo sentí un día en mi cráneo
como el caer subitáneo
de una Babel de cristal.

Ruben Darío

Asonante, cuando solo coinciden los sonidos de las vocales:

¡Mala la vistes, franceses,
la caza de Roncesvalles!
Don Carlos perdió la honra,
murieron los doce pares [...].

Romance del conde Guarinos (popular)

Puede ver más en Rima.

Aliteración

La aliteración consiste en la repetición de sonidos (secuencias de sonidos) en palabras próximas. En el siguiente ejemplo, se repiten los sonidos br, n, u y o:

Umbrío por la pena, casi bruno (Miguel Hernández)

Una aliteración pueden dificultar la pronunciación. En el siguiente trabalenguas, hay aliteración en los sonidos tr, i, s y e.

Tres tristes tigres comían en un trigal

Puede ver más en Aliteración y 35 Ejemplos de Aliteración.

Paronomasia

La paronomasia es la utilización en una misma frase de palabras diferentes que se parecen en su forma. Es también una manera de repetir sonidos. Por ejemplo, las palabras libro y libres son parónimas. Volvemos a Miguel Hernández para el siguiente ejemplo:

Donde yo no me hallo no se halla

Otro ejemplo lo vemos en Rafael Alberti:

¡Rimar, remar al mediodía!

Puede ver más en Parónimos.

Onomatopeya

La onomatopeya es la imitación de ruidos y sonidos. Pueden ser producidos por animales, máquinas, fenómenos atmosféricos o por acciones. Algunas palabras onomatopéyicas son ronronear, traqueteo, miau, mua o ¡uf!

La naranja mecánica, de Anthony Burguess presenta varias onomatopeyas. Fijémonos en cómo utiliza las siguientes para indicar el ruido de un vehículo al sumergirse en el agua:

Tuvimos que retroceder de un salto para que la roña o nos salpicase los platis, pero allá fue, esplussssshhhh y glop glop glop, discreta y suavemente.

Lovecraft, en su En las montañas de la locura, se inventa una onomatopeya:

Aún volvió a oírse aquel grito ultraterreno y burlón: «Tekeli-li, Tekeli-li».

Puede ver más Onomatopeya.

Recursos literarios morfosintácticos

Son los que tienen que ver con la relación de los distintos elementos de las frases. Se utilizan para cambiar el orden natural de los elementos, eliminar o multiplicar ciertas partes o en repeticiones.

Son la anadiplosis, la enumeración, el paralelismo, el asíndeton, el polisíndeton y el encabalgamiento.

Anadiplosis

La anadiplosis consiste en comenzar una frase con la última palabra de la frase anterior. Edgar Allan Poe la utiliza en su poema El cuervo:

oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.

Paralelismo

El paralelismo es la repetición de una misma estructura sintáctica. Son frases diferentes, pero con la misma estructura (comparten elementos).

Bécquer lo utiliza en su Rima XXXVIII. Notemos cómo las estructuras son idénticas:

Los suspiros son aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.

Enumeración

La enumeración consiste en una sucesión y acumulación de elementos. Un ejemplo claro son los siguientes versos de Rafael Alberti. Fijémonos en cómo se van acumulando diferentes versos:

Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!

Asíndeton

El asíndeton es la ausencia de conjunciones (y, ni, o...) y uso de la coma para separar elementos. Es un recurso expresivo que le da dinamismo al texto. La canción Molinos de viento, de Mago de Öz, utiliza este recurso:

Bebe, canta, sueña,
siente
que el viento ha sido hecho para ti.
Vive, escucha y habla
usando para ello el corazón

Polisíndeton

El polisíndeton es la repetición de conjunciones (y, o, ni...). Su uso le da fuerza al texto. Acudimos nuevamente a Bécquer, esta vez a su Rima LXXV para ejemplificar este recurso:

¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

Encabalgamiento

El encabalgamiento es el desajuste sintáctico entre dos versos. Es decir, un verso no termina de manera lógica, sino que está partido y termina en el verso siguiente. En el siguiente ejemplo (de Juan de la Encina), el verso no contempla el año entero, sino que lo divide en dos versos:

Año de mil y quinientos
y veinte y uno
en España
uvo tantos perdimientos,
tantas plagas y tormentos

Recursos literarios semánticos

Los recursos semánticos son los que se basan en el significado de la palabra. De este modo, los autores, conocedores de los diferentes significados, muestran ambigüedad o juegos de palabras mediante estos recursos.

Los recursos semánticos son la antanaclasis, la dilogía, el calambur y el retuécano.

Antanaclasis

La antanaclasis es la repetición de una palabra con dos significados diferentes. Se sirve de la polisemia y la homofonía.

En el siguiente ejemplo, sacado de un romance tradicional, se utiliza el término mora con dos significados (ʻdel norte de Áfricaʼ y ʻvivir, habitarʼ):

Mora que en su pecho mora

En este verso de Góngora, se utiliza la palabra cruzado con los significados de ʻmonedaʼ y de ʻcaballero que combate en las Cruzadasʼ:

Cruzados hacen cruzados

Dilogía

La dilogía consiste en utilizar diferentes sentidos en la misma palabra o expresión. Es, por lo tanto, un recurso que juega con la ambigüedad.

Un ejemplo lo encontramos en La venganza de don Mendo, de Muñoz Seca. Las siete y media puede entenderse como una hora o como un juego de cartas:

Os propongo, si queréis,
jugar a las siete y media.

Calambur

El calambur es la diferente reagrupación de las mismas sílabas. Con esto se consigue un cambio de sentido.

Uno de los ejemplos más famosos de calambur está relacionado con Quevedo. Según se dice, el autor apostó que era capaz de llamar coja a la reina. Se presentó ante ella con dos flores y le dijo:

Entre el clavel blanco y la rosa roja,
vuestra majestad escoja

En este pareado, el calambur está en la distinta interpretación de las sílabas de escoja (juntas) y es coja (separadas).

También puede ver Calambur.

Restruécano

El retruécano consiste en reordenar en una frase los elementos de otra frase para que cambie el sentido.

Miguel de Unamuno se sirve del retruécano en este verso:

Piensa el sentimiento, siente el pensamiento.

También puede ver:

Cómo citar: Muriel, Tomás (16/01/2025). "Recursos Literarios". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/recursos-literarios/ Consultado:

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Graduado en Lengua y Literatura Españolas (UNED) y Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua (UNED/Instituto Cervantes). Es profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), traductor y escritor.
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