Prólogo
Un prólogo es un texto preliminar de una obra escrita. Este escrito se sitúa antes del contenido principal de la obra, ya sea una novela, un ensayo, una pieza teatral o incluso un libro científico. Su objetivo fundamental es orientar al lector sobre la naturaleza de la obra, ofreciendo contexto, información pertinente y creando expectativas.
Cualquier tipo de obra puede llevar un prólogo: obras literarias, obras de teatro, obras musicales, libros de historia, libros científicos, tratados económicos o políticos, etc.
Por lo tanto, el prólogo suele ser una de las partes de un libro u obra. Si bien el prólogo es un elemento común en muchas obras escritas, no todas las obras lo tienen. La decisión de incluir un prólogo depende del autor y del tipo de obra.
El origen etimológico de la palabra prólogo está en el término griego πρόλογος (prólogos). Este se forma del prefijo pro, que significa 'antes' y 'a favor de'; y del sustantivo logos, que significa 'palabra, discurso, obra, tratado o estudio'.
El prólogo se escribe una vez que se ha finalizado el resto del libro. En tal sentido, aborda cuestiones como las circunstancias de creación, el contexto histórico-social, los elementos formales o estéticos, la justificación de su importancia o las claves y directrices que orientarán al lector.
En los casos en que el propio autor escribe el prólogo de su libro, este suele presentar una explicación sobre las motivaciones personales y el proceso de creación o investigación. Si se trata de un libro que rete las convenciones de escritura, el autor puede usar el prólogo como una advertencia u orientación al lector.
La mayoría de las veces, el prólogo de un libro es escrito por una persona diferente al autor del texto, en cuyo caso recibe el nombre de prologuista.
El prologuista actúa como una autoridad en la materia que “presenta” al autor y a la obra, y da cuenta de su valor desde diferentes puntos de vista.
Esta práctica es común cuando se trata de un autor emergente y los editores apelan al prólogo como una suerte de recomendación de lectura.
La figura del prologuista también se usa cuando el autor ya ha fallecido y su obra se ha convertido en una referencia fundamental para las generaciones futuras. Por ejemplo, Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, cuyas nuevas ediciones incluyen sendos prólogos.
Vea también:
Funciones del prólogo
El prólogo puede proporcionar el contexto histórico, social o cultural en el que se desarrolla la historia, ayudando al lector a entender mejor los personajes, la trama y los temas tratados.
El prólogo puede ofrecer información sobre los personajes principales, su origen, motivaciones o personalidades.
En ocasiones ofrece un breve resumen de la trama, dando al lector una visión general de lo que puede esperar. Puede ofrecer pistas o sugerencias sobre cómo interpretar la obra, ayudando al lector a comprender mejor su contenido.
Un prólogo puede invitar al lector a reflexionar sobre los temas centrales de la obra antes de comenzar la lectura. Puede explicar las razones que llevaron al autor a escribirla y lo que el lector puede obtener de ella.
El prólogo puede definir el tono y el estilo de la obra, proporcionar una idea de cómo será la experiencia de lectura. Puede despertar la curiosidad y el interés del lector, creando expectativas sobre lo que encontrará en la obra.
Ver también Epígrafe.
Tipos de prólogos
Existen varios tipos de prólogos, cada uno con características y objetivos específicos
Prólogo autobiográfico: escrito por el propio autor, proporciona información sobre su vida, experiencias y motivaciones para escribir la obra.
Prólogo crítico: creado por un experto que analiza la obra en profundidad, destacando sus aspectos más importantes y ofreciendo una interpretación crítica.
Prólogo histórico: redactado por un historiador con el fin de ofrecer información sobre el contexto histórico en el que se desarrolla la obra.
Prólogo ficticio: escrito desde la perspectiva de alguno de los personajes de la obra o de un narrador externo. Ofrece un punto de vista diferente sobre la historia o los personajes.
Otros tipos de prólogo
Prólogo en teatro
En el teatro clásico (griego y latino), el prólogo es un discurso preliminar al desarrollo del drama dirigido al espectador, el cual normalmente explica los antecedentes de la acción que se va a representar. Algunas obras modernas también incorporan el prólogo, según sus necesidades expresivas.
La función del prólogo en el teatro clásico varía de acuerdo a las necesidades del dramaturgo. Por ejemplo, ofrecer los antecedentes del drama, advertir cambios en los mitos conocidos, anunciar el final o, incluso, despistar al espectador para garantizar que el desenlace tenga un efecto dramático particular.
Prólogo en música
En la música, se llama prólogo a una sección musical introductoria que dispone a los oyentes a lo que van a apreciar. Tiene, por lo tanto, una semejanza con el uso del prólogo en el teatro.
Esta forma fue utilizada ampliamente en la ópera antigua, cuyos orígenes se remontan a comienzos del siglo XVII. Como ejemplo, podemos citar el prólogo de la ópera L’Orfeo de Monteverdi. Está dividido en dos secciones:
- una sección instrumental que anuncia el inicio de la obra;
- una sección cantada por un personaje femenino llamado “Música” que, a modo de recitativo, explica al espectador el carácter y drama de la historia de Orfeo.
Cómo citar: Imaginario, Andrea (22/07/2024). "Prólogo". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/prologo/ Consultado: