Premisa
Una premisa es una proposición o enunciado que sirve como base para la formulación de una conclusión dentro de un argumento. Las premisas pueden ser verdaderas o falsas y su validez determina la solidez del razonamiento. Un argumento bien estructurado debe contar con premisas adecuadas que sustenten una inferencia lógica.
Las premisas son fundamentales en los procesos de deducción e inducción, que son los principales métodos de razonamiento utilizados en la filosofía, las matemáticas y la ciencia. En la deducción, las conclusiones se derivan necesariamente de premisas generales, mientras que en la inducción, las premisas se basan en observaciones específicas para formular conclusiones generales.
En el campo de la lógica y el razonamiento, las premisas son las proposiciones o procesos de razonamiento que sostienen los argumentos para desarrollar una conclusión.
Si el argumento es verdadero, la proposición puede llevar a una conclusión acertada. Sin embargo, las proposiciones pueden ser verdaderas o falsas, pueden afirmar o negar algo, pero no dejan de ser premisas.
Las premisas son esenciales en la argumentación porque constituyen la base de cualquier inferencia lógica. Su evaluación crítica es clave para distinguir argumentos sólidos de falacias o razonamientos erróneos.
En disciplinas como la filosofía, la matemática y la ciencia, la formulación y el análisis de premisas es un proceso fundamental para la construcción del conocimiento.
Ejemplo 1:
Premisa 1: a los niños les gusta comer helado de sabor a chocolate.
Premisa 2: Juan es un niño.
Conclusión: a Juan le gusta comer helado de sabor a chocolate.
En este ejemplo, si a los niños les gusta el helado de sabor a chocolate y Juan es un niño, es lógico que la conclusión sea que a Juan le guste comer helado de chocolate.
Pero la conclusión puede ser errónea porque la premisa también lo es. Aunque Juan es un niño, puede no gustarle el helado de chocolate, sino de vainilla. Es decir, la primera premisa no es del todo cierta y por ello la conclusión no es correcta.
Ejemplo 2:
Premisa 1: Ana acostumbra ir para el parque los domingos.
Premisa 2: Ana fue hoy para el parque.
Conclusión: Ana fue para el parque hoy porque es domingo.
Por otra parte, las premisas pueden ser verdaderas y la conclusión ser errónea. En este ejemplo la primera premisa no es incondicional, por lo que puede ser que Ana vaya para el parque cualquier otro día de la semana sin ser necesariamente un domingo.
Ejemplo 3:
Premisa 1: todas las aves tienen plumas y un pico.
Premisa 2: las gallinas tienen plumas y un pico.
Conclusión: las gallinas son aves.
En este ejemplo las premisas uno y dos son verdaderas, por tal razón la conclusión es acertada. Las gallinas, al igual que el resto de las aves, tienen plumas y un pico.
Vea también el significado de Argumento.
Tipos de premisa
Premisa en la lógica formal
En lógica formal, una premisa es un componente esencial de un argumento, que puede adoptar diferentes estructuras según el tipo de razonamiento empleado. Se representa generalmente en forma de proposiciones declarativas que afirman o niegan algo.
Un argumento está compuesto por una o más premisas y una conclusión. Si las premisas son verdaderas y el razonamiento es válido, la conclusión también será verdadera. Sin embargo, si una o más premisas son falsas, la conclusión puede no ser confiable.
Premisa en filosofía
El estudio de las premisas se remonta a los aportes realizados por Aristóteles en la Grecia antigua, en los cuales establece la forma correcta en que dos premisas pueden generar una conclusión, es decir, un silogismo.
El silogismo es el razonamiento deductivo o argumento del cual se obtiene una conclusión a partir de dos juicios llamados premisas. Es una estructura argumentativa en la que una conclusión se obtiene a partir de dos premisas:
- Premisa mayor: expresa una afirmación general.
- Premisa menor: introduce un caso específico dentro del contexto de la premisa mayor.
- Conclusión: deriva lógicamente de ambas premisas.
Premisa mayor: los animales invertebrados no tienen columna vertebral.
Premisa menor: los pulpos no tienen columna vertebral.
Conclusión: los pulpos son animales invertebrados.
En este ejemplo, la conclusión se obtiene del razonamiento de las premisas que van de lo general a lo particular. Por ello, es fácil concluir que los pulpos, al no tener columna, son invertebrados. Otro ejemplo sería:
Premisa mayor: todos los mamíferos tienen sangre caliente.
Premisa menor: los delfines son mamíferos.
Conclusión: los delfines tienen sangre caliente.
Dado que ambas premisas son verdaderas y el razonamiento es válido, la conclusión también es necesariamente verdadera.
Premisas implícitas y explícitas
Las premisas pueden ser explícitas o implícitas. Una premisa explícita es aquella que se enuncia directamente en el argumento. La premisa implícita es aquella que no se menciona de manera expresa, pero que es fundamental para que el argumento tenga sentido.
Por ejemplo:
Premisa explícita: todos los peces viven en el agua.
Conclusión: los tiburones viven en el agua.
Para que este argumento sea válido, existe una premisa implícita: "Los tiburones son peces". Si esta premisa resultara falsa (pues los tiburones son peces cartilaginosos, pero no todos los peces tienen las mismas características), la validez del argumento podría verse afectada.
Las premisas implícitas son aquellas que no se mencionan o explican, sino que se dan por entendidas y se pueden deducir según los argumentos que se tengan.
Premisas implícitas: a todos los niños les gusta jugar. Pedro juega todos los días.
Conclusión: Pedro es un niño.
Los argumentos dados en el ejemplo llevan a la conclusión de que Pedro es un niño y, por tanto, le gusta jugar.
Vea también:
Cómo citar: Significados, Equipo (12/03/2025). "Premisa". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/premisa/ Consultado: