21 poemas cortos

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Filólogo y profesor de español. Doctorando en Estudios Lingüísticos y Literarios.

Un poema es una composición literaria escrita en verso. Un poema corto es una composición que tiene pocos versos: hay poemas de un solo verso (no muy frecuentes), de dos, tres, cuatro, etc.

Los versos forman estrofas y las estrofas forman poemas. De este modo, hay poemas que tienen una sola estrofa o varias estrofas que se repiten o combinan entre ellas.

Un poema (corto o largo) puede presentar diferentes tipos de rima o incluso incluir versos sueltos o libres: los que no riman.

A continuación, presentamos una serie de ejemplos variados de poemas cortos.

1. Hacer poesía, oficio religioso (Gloria Fuertes)

Los poemas de un solo verso son muy raros en español. Además, suelen carecer de título (en estos casos, el primer verso hace las veces de título).

Hacer poesía, oficio religioso

2. No le toques ya más (Juan Ramón Jiménez)

El siguiente poema del Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez consiste en dos versos libres (no riman).

No le toques ya más,
que así es la rosa

3. Humorada (Ramón de Campoamor)

Este poema consiste en un pareado: estrofa de dos versos con rima. En este ejemplo, la rima es consonante: riman todos los sonidos desde la vocal tónica.

Te vas a confesar , y el cura dice
que a ti, en vez de absolverte, te bendice

4. Objetos perdidos (Julio Cortázar)

En este poema, Cortázar opta por una combinación de versos con rima en asonante con versos libres (sin rima).

Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.

5. Rima XLIX (Gustavo Adolfo Bécquer)

Este ejemplo consta de dos estrofas de cuatro versos con rima asonante en los versos pares.

Alguna vez la encuentro por el mundo,
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose, y yo digo:
—¿Cómo puede reír?

Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: —Acaso ella se ríe,
como me río yo.

6. Amo, amas (Rubén Darío)

El nicaragüense Darío utiliza dos estrofas de cuatro versos de medida variable. La disposición de la rima es una de las más habituales: ABAB CDCD.

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.

Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

7. Soneto de la dulce queja (Federico García Lorca)

Un soneto es una combinación de cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. García Lorca, en este ejemplo, respeta la composición clásica con rima consonante.

Quiero sentir la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.

8. Epitafio (Gertrudis Gópez de Avellaneda)

Este poema de largo título (Epitafio para gravarse en la tumba de un escéptico), tiene rima consonante y una disposición ABABCDCD.

Tuvo el que yace aquí cordura extrema:
para huir del error dudó de todo.
La existencia de Dios puso en problema,
y, dudando vivir, vivió a su modo.
Cansado al fin de caos tan profundo,
esta posta dejó muy diligente,
para ir a preguntar al otro mundo
lo que en éste creer cuadra al prudente.

9. El Sur (Jorge Luis Borges)

Borges utiliza diferentes tipos de rima en este poema. Los versos 1 y 3 riman en consonante (los versos tienen el mismo final). Los versos restantes lo hacen en asonante o son libres.

Desde uno de tus patios haber mirado
las antiguas estrellas,
desde el banco de sombra haber mirado
esas luces dispersas
que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar
ni a ordenar en constelaciones,
haber sentido el círculo del agua
en el secreto aljibe,
el olor del jazmín y la madreselva,
el silencio del pájaro dormido,
el arco del zaguán, la humedad
—esas cosas, acaso, son el poema.

10. Silencio (Pablo Neruda)

El autor chileno, también Nobel de Literatura, combina la rima asonante con los versos sueltos.

Yo que crecí dentro de un árbol
tendría mucho que decir,
pero aprendí tanto silencio
que tengo mucho que callar
y eso se conoce creciendo
sin otro goce que crecer,
sin más pasión que la substancia,
sin más acción que la inocencia,
y por dentro el tiempo dorado
hasta que la altura lo llama
para convertirlo en naranja.

11. Está el ave en el aire con sosiego (Francisco de Quevedo)

La poesía barroca destaca por su oscurantismo. Este poema utiliza versos de diferente medida y rima consonante. El verso 5 rima en asonante con los dos primeros.

Está el ave en el aire con sosiego,
en la agua el pez, la salamandra en fuego,
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,
está en la sola tierra.
Yo solo, que nací para tormentos,
la boca tengo en aire suspirando,
el cuerpo en tierra está peregrinando,
los ojos tengo en agua noche y día,
y en fuego el corazón y el alma mía.

12. Las moscas (Félix María de Samaniego)

Composición breve con moraleja y rima consonante. Este autor destaca por sus fábulas.

A un panal de rica miel
dos mil Moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.

13. Soledad frente al mar (Miguel Ángel Asturias)

El ganador del Nobel de Literatura hace uso de la rima consonante y repite los finales de algunos versos.

Hablo de soledad y se acorola
dentro de mí el corazón que es solo,
pues todo corazón siempre está solo
en esta soledad de ola tras ola…
Hablo de amor y surge, caracola
del mar, mi compañera en soledades;
los amores son grandes soledades
y junto a mí y frente al mar, qué solos.

14. Noche (Vicente Huidobro)

Huidobro, uno de los grandes representantes de las vanguardias, utiliza versos libres. Sin embargo, encontramos rima en algunos versos (puerto / viento / muerto).

Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío
En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento
gime entre las alas de los pájaros
las olas mecen el navío muerto
Yo en la orilla silbando
Miro la estrella que humea entre mis dedos

15. A la abeja semejante (Tomás de Iriarte)

Este pequeño poema del siglo XVIII es un epigrama: composición satírico-jocosa. Su rima es abrazada: abba.

A la abeja semejante,
para que cause placer,
el epigrama ha de ser
pequeño, dulce y punzante.

16. Señor, pues sois mi remedio (Luis de Góngora)

Otro ejemplo de poema satírico. Su título real es A don Agustín Fiesco, en quien un administrador de sus prebendas le tenía librados los alimentos que le pagaba por meses. Al ser demasiado largo, se opta por titularlo con el primer verso.

Señor, pues sois mi remedio,
y sabéis que me he comido
medio mes que ún no he vivido,
enviadme el otro medio.

Traza no tengo, ni medio
para vivir, sino holgado,

a lo menos sin cuidado;
porque en faltándome el mes,
cada falta cuido que es
opilación o preñado.

17. Con que te duermas (Gabriela Mistral)

Esta composición de Mistral consiste en estrofas de cuatro versos en donde riman los versos pares (se alterna la asonante con la consonante: ayer / clavel / miel / arder).

La rosa colorada
cogida ayer;
el fuego y la canela
que llaman clavel;

el pan horneado
de anís con miel,
y el pez de la redoma
que la hace arder:

todito tuyo
hijito de mujer,
con tal que quieras
dormirte de una vez.

La rosa, digo,
digo el clavel.
La fruta, digo,
y digo que la miel;

y el pez de luces
y más y más también,
¡con tal que te duermas
hasta el amanecer!

18. Pitonisa floral (Luis Alberto de Cuenca)

Otro ejemplo de versificación libre. Esta vez, en una composición de cuatro versos.

He preguntado a las orquídeas
-dominaba el perfecto sopor del mediodía-
si tus cabellos eran sierpes
o sílabas de fuego adormecido.

19. No volveré a ser joven (Jaime Gil de Biedma)

Este poema se compone de dos estrofas de cuatro versos. En él, el autor opta por la rima libre (aunque riman en asonante los versos 2 y 4).

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

20. Pausa (Mario Benedetti)

Benedetti compuso este poema utilizando versos de diferente medida y rima libre.

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

21. Despedida (Alejandra Pizarnik)

Este poema consta de cuatro versos donde riman en consonante los dos primeros. Los dos últimos son libres.

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña

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Cómo citar: Muriel, Tomás (09/09/2024). "21 poemas cortos". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/poemas-cortos/ Consultado:

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Graduado en Lengua y Literatura Españolas (UNED) y Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua (UNED/Instituto Cervantes). Es profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), traductor y escritor.
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