Mezclas homogéneas
Una mezcla homogénea es la combinación de dos o más sustancias que no se distinguen dentro de una solución. Las sustancias pueden hallarse en diferentes estados de la materia, sea líquido, sólido o gaseoso.
Las mezclas homogéneas se caracterizan por ser uniformes, mostrando un mismo color y aspecto en todos los puntos de la solución. En otras palabras, si tomamos varias muestras, hallaríamos las mismas concentraciones para cada componente de la mezcla.
El aire, por ejemplo, es una de las mezclas homogéneas indispensables para la vida. Sus componentes no se perciben como elementos aparte, y resulta difícil separarlos sin recurrir a ciertos métodos de separación.
En concreto, el aire es una mezcla homogénea de gases compuesta mayoritariamente por nitrógeno (N2). En menor medida, también contiene oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2), y otros elementos como el argón (Ar) y el criptón (Kr).
En química, las mezclas homogéneas también se denominan soluciones. Los componentes de las soluciones se denominan soluto y solvente. El soluto es la sustancia que se disuelve, y el solvente, la sustancia que disuelve al soluto y que suele encontrarse en mayor cantidad.
10 ejemplos de mezclas homogéneas
El chocolate caliente y el bronce son dos ejemplos de mezclas homogéneas.
Para ilustrar cómo son las mezclas homogéneas, veamos los siguientes ejemplos:
- El agua salada o la salmuera, en los que no se distinguen por separado las partículas de sal disueltas en el agua.
- La leche con chocolate en polvo. Cuando vertemos el chocolate en polvo y mezclamos bien, resulta en una mezcla homogénea, uniforme.
- Las aleaciones, metales combinados en diferentes proporciones que, en conjunto, presentan propiedades útiles para construcción, elaboración de materiales. Algunos ejemplos son el acero, bronce, oro blanco o latón.
- Los perfumes y las colonias, formados por agua destilada, alcohol etílico y otros elementos que otorgan olores característicos.
- El gas natural, que resulta de una combinación de varios tipos de hidrocarburos, como el metano, así como trazas de otros elementos y compuestos.
- El agua embotellada, que contiene diferentes minerales en concentraciones muy bajas.
- El café con leche y azúcar. El café con leche se mezclan bien, dando lugar a una mezcla homogénea. Cuando añadimos azúcar, este se disuelve rápidamente, por lo que no lo percibimos a simple vista.
- El vino, un líquido que contiene agua, alcohol, carbohidratos, ácidos, algunas vitaminas, y sales minerales, entre otros compuestos.
- La harina con azúcar, un ingrediente esencial en la repostería, como en la elaboración de pasteles.
- El vidrio, usualmente compuesto por una mezcla homogénea de sílice, óxido de sodio y cal, además de otros compuestos.
Características de una mezcla homogénea
- Una mezcla homogénea puede estar compuesta por un número indefinido de sustancias, pero, como mínimo, debe tener dos.
- Como los componentes de una mezcla homogénea se distribuyen uniformemente, a simple vista percibimos la mezcla como si fuera una sola sustancia o materia.
- Las sustancias de una mezcla homogénea no reaccionan químicamente entre sí, por lo que conservan sus propiedades químicas.
- Características físicas como el color o la textura son un punto intermedio de las que presentan las sustancias por separado. Por ejemplo, añadir chocolate en polvo en un vaso con leche cambiará su color a un marrón claro, pero no será ni tan blanco como la leche, ni tan oscuro como el chocolate en polvo.
- Una mezcla homogénea se compone de, por lo menos, un soluto y un solvente:
- El soluto es la sustancia que se disuelve, es decir, se dispersa de forma equitativa en otra sustancia.
- El solvente, en cambio, es la sustancia que disuelve el soluto, sin dispersarse.
- En una mezcla homogénea puede haber varios solutos, siempre y cuando se disuelvan en un mismo solvente y no reaccionen químicamente entre sí.
Vea también Soluto y solvente.
Métodos de separación de mezclas homogéneas
Las técnicas de separación de los elementos en una mezcla homogénea difieren de aquellas usadas para las heterogéneas. Estos métodos de separación son:
- Extracción: técnica que se basa en la polaridad de las sustancias, como, por ejemplo, el uso de cloroformos y alcoholes para extraer líquidos.
- Cromatografía: un método en el que los componentes de una mezcla se dividen en fase móvil y fase estacionaria, como, por ejemplo, las primeras extracciones de clorofila que identifica por primera vez los diferentes tipos de clorofila.
- Cristalización: se basa en el control sobre temperatura, presión o solubilidad en solventes fríos o calientes, como, por ejemplo, los procesos para la obtención del azúcar moreno o azúcar blanco.
- Evaporación: en la obtención de la sal de mar de forma artesanal, por ejemplo, se usa este proceso para separar la sal del agua mediante la evaporación.
- Destilación: separa dos o más líquidos que tienen diferentes puntos de ebullición, como, por ejemplo, la destilación de mezcal, uvas y caña de azúcar para extraer el alcohol de la planta.
Diferencias entre mezclas homogéneas y heterogéneas
Las mezclas homogéneas se diferencian de las heterogéneas por poseer componentes que no se diferencian a simple vista. En el caso de las heterogéneas, sí podemos distinguir las sustancias, sea a ojo o en un microscopio.
Una segunda distinción es que, en las mezclas homogéneas, los componentes se distribuyen de forma uniforme. No es así en el caso de las heterogéneas; si tomamos muestras en diferentes puntos, hallaremos concentraciones diferentes para cada sustancia.
Por último, ambos tipos de mezclas difieren en las técnicas de separación empleadas para obtener las sustancias. Para mezclas heterogéneas nos podemos servir de métodos más sencillos, mientras que las homogéneas requieren de otros más complejos.
Vea también:
Cómo citar: Rhoton, Stephen (10/01/2024). "Mezclas homogéneas". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/mezcla-homogenea/ Consultado:
