Farsa (teatro)
La farsa es un tipo de representación teatral que se caracteriza por su brevedad y la interpretación burlesca y satírica que realizan los personajes sobre diversas circunstancias y comportamientos comunes que experimentan las personas.
Asimismo, coloquialmente se entiende por farsa las actitudes que toman algunas personas para confundir o engañar a alguien a partir de una serie de mentiras e inventos.
La farsa surgió a lo largo del desarrollo del teatro griego, pero fue en la Edad Media cuando más se cultivó e interpretó entre los interludios de las demás obras dramáticas para rellenar o complementar el programa teatral. Su nombre deriva del latín farcire, que significa ʽrellenarʼ.
La farsa era una alternativa para el público, por eso expone otros temas y asuntos reales, menos densos que los que se acostumbraban a representar sobre los morales y religiosos.
De allí que la farsa se caracterice por entretener y divertir al público a través de la sátira y de las ironías representadas acerca de las actitudes de las personas y la sociedad en general.
De esta manera, la farsa fue del agrado del público y poco a poco fue ganando popularidad, aunque en sus inicios se le relacionaba como aquellas obras teatrales que se hacían en las comunidades más humildes.
Sin embargo, la farsa ganó espacio y cada vez tuvo mayores representaciones, incluso, se podría decir que influenció la creación del teatro del absurdo.
No obstante, cabe destacar que aunque la farsa tuvo su mayor auge durante la Edad Media, en la actualidad no se le considera como un género teatral sino como una forma teatral que simboliza la realidad.
Es decir, la farsa busca denunciar diversas realidades a través de representaciones ridículas o grotescas del comportamiento de ciertos individuos, esto genera una risa impulsiva, la cual que no deriva de la reflexión de los hechos. Sin embargo, algunas farsas no producen risas, pero sí logran conmover o avergonzar al público.
La farsa es una reinterpretación de la realidad que busca exponer y denunciar las miserias humanas, las posturas religiosas, las ideologías, las crueldades, lo desagradable, las mentiras, las burlas y las críticas malintencionadas de la sociedad.
Las interpretaciones de las farsas buscan enseñar la realidad, por ello acostumbran a ser extravagantes, burlescas y poner en ridículo y avergonzar a muchas personas.
No obstante, no debe ser confundida con la comedia, que es un género teatral que se opone a la tragedia y siempre tiene un final feliz.
Características de la farsa
La farsa es un género teatral que se caracteriza por su humor exagerado, situaciones cómicas y personajes estereotipados. Su objetivo principal es provocar la risa del público a través de situaciones absurdas, juegos de palabras y enredos.
- Humor exagerado: los personajes y las situaciones se presentan de forma caricaturesca, llevando al extremo sus cualidades o defectos.
- Situaciones absurdas: los acontecimientos son poco probables y a menudo rayan en lo absurdo, generando situaciones cómicas y disparatadas.
- Personajes estereotipados: los personajes suelen ser arquetipos fácilmente reconocibles por el público, como el viejo avaro, el enamorado torpe o la criada astuta.
- Lenguaje coloquial: se utiliza un lenguaje sencillo y cercano al habla cotidiana, con abundantes juegos de palabras y expresiones populares.
- Final feliz: la farsa suele concluir con un desenlace feliz, en el que los conflictos se resuelven de forma inesperada y cómica.
- Distorsión de la realidad: busca reflejar la realidad desde una perspectiva irónica y burlesca y enfrentar al espectador con la realidad en sí misma.
- Comportamientos humanos ridículos: los personajes se desenvuelven a través de interpretaciones caricaturescas, extravagantes y, en ocasiones, grotescas para satirizar ciertas actitudes humanas.
Ejemplos de la farsa
Entre los ejemplos más conocidos de la farsa se pueden destacar:
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Ubu rey de Alfred Jarry. Esta obra es un ejemplo paradigmático de farsa y absurdo teatral. Ubu Rey es un personaje grotesco y despótico que encarna los peores aspectos de la humanidad, y la obra está repleta de situaciones absurdas y violentas que provocan la risa del espectador.
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Eloísa está debajo de un almendro, de Enrique Jardiel Poncela. Jardiel Poncela es uno de los máximos exponentes de la farsa en el teatro español. Sus obras se caracterizan por un humor absurdo, diálogos ingeniosos y situaciones cómicas llevadas al extremo. Esta obra es un ejemplo clásico de su estilo, con una trama enrevesada y personajes excéntricos.
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Las obras cinematográficas del comediante Charles Chaplin incluyen muchas escenas que se inscriben dentro de los rasgos de la farsa, como las persecuciones frenéticas, los malentendidos y los personajes estereotipados.
Vea también Comedia.
Cómo citar: Significados, Equipo (02/08/2024). "Farsa (teatro)". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/farsa/ Consultado: