Estilos de aprendizaje
Los estilos de aprendizaje son diferentes formas en que uno adquiere, procesa y retiene la información. Cada estilo varía en la relación entre la persona y las ideas, o su actitud frente las experiencias.
La teoría detrás de los estilos de aprendizaje surgió con la necesidad de optimizar la enseñanza en el ámbito educativo. Cada persona aprende a ritmos diferentes e interioriza información de maneras distintas. A raíz de esto, psicólogos e investigadores como Neil Fleming o David Kolb han tratado de agrupar las diferentes estrategias de aprendizaje.
Algunos estilos de aprendizaje bastante extendidos son el visual, en que uno aprende viendo, o auditivo, en que uno asimila la información escuchándola. Los estilos pueden tener otros enfoques, pues hay modelos centrados en el nivel de implicación de una persona ante la experimentación activa.
Existen diferentes modelos sobre estilos de aprendizaje que se han extendido por todo el mundo. De todos ellos, en este artículo queremos destacar tres: el modelo VARK, el modelo de Kolb, y el modelo de Honey-Alonso.
Estilos de aprendizaje según el modelo VARK
En 1987, el inspector neozelandés Neil Fleming comenzó a definir cuatro estilos de aprendizaje al observar el rendimiento de estudiantes según las maneras en que los profesores enseñaban.
A partir de las observaciones, Neil Fleming agrupó los estilos de aprendizaje en cuatro categorías, formando juntas las siglas VARK:
- Visual.
- Auditory o Aural (auditivo en inglés).
- Read/Write (lectura y escritura en inglés).
- Kinesthetic (cinestésico en inglés).
Aprendizaje visual
El estilo de aprendizaje visual tiene que ver con la capacidad de retención de información y memorización de patrones a través de recursos visuales. Estos recursos van desde simples imágenes y vídeos a herramientas más elaboradas como diagramas, tablas, gráficos, mapas mentales, infografías, etc.
Según Neil Fleming, las personas que prefieren aprender mediante recursos gráficos suelen relacionar ideas con imágenes. Les es más fácil retener información presentada a través de medios visuales, ya que pueden ver la relación entre ideas de forma más directa y compacta.
Aprendizaje auditivo
Una persona con preferencia en el aprendizaje auditivo destaca por absorber mejor la información escuchando. Por ello, preferirá oír explicaciones de un profesor, asistir a conferencias, seminarios y exposiciones, participar en debates, escuchar podcasts, o conversar sobre los temas a aprender.
Acorde al modelo VARK, el aprendizaje auditivo no se limita solamente a la escucha. Una parte crucial es repetir la información o explicar lo aprendido con otras palabras. Al hablar en voz alta, el hablante participa activamente en el aprendizaje y vuelve a escuchar la información.
Según la definición de este estilo, una persona que prefiere aprender escuchando tendrá mayor facilidad de reconocer sonidos, entonaciones y acentos. Por ello, la gente versada en la música e idiomas suelen aprender mejor mediante la escucha.
Aprendizaje por lectura y escritura
El estilo de aprendizaje por lectura y escritura puede parecerse al visual, pero tiene un matiz concreto. En este caso, la persona aprende mejor leyendo y escribiendo la información, no a través de recursos gráficos.
Un ejemplo de ello es leer libros de textos y escribir resúmenes de los conceptos a aprender. Otra forma es al tomar notas en una clase, conferencia o seminario. Uno escribe la información destacada de forma compacta, a veces sirviéndonos de símbolos, y que luego revisamos posteriormente.
Por lo tanto, una persona con preferencia en el estilo de lectura y escritura prefiere leer y escribir ideas que no verlas en medios visuales o escuchando.
Aprendizaje cinestésico
El estilo de aprendizaje cinestésico se centra en la participación activa y experiencia directa de la persona. En otras palabras, se trata de aprender haciendo.
Según Neil Fleming, no basta con explicar, dar libros de texto o mostrar imágenes a estas personas, pues aprenden mejor cuando se les involucra en experimentos, ejercicios y prácticas. Por ejemplo, no es lo mismo explicar qué sucede al combinar ciertos elementos químicos que realizar un experimento entre todos para comprobarlo en persona.
Estilos de aprendizaje según el modelo de Kolb
Este modelo, también conocido como ciclo de aprendizaje de Kolb, fue creado en los 1970 por el estadounidense David Kolb. Aquí el investigador presenta las distintas actitudes que uno puede tener enfrente una experiencia o idea con el objeto de aprender. Por lo tanto, se enfoca en las diferentes maneras prácticas en las que las personas adquieren conocimiento.
Según Kolb, los estilos de aprendizaje son:
- Aprendizaje convergente.
- Aprendizaje divergente.
- Aprendizaje asimilador.
- Aprendizaje acomodador.
Aprendizaje convergente
En el aprendizaje convergente, la persona busca aplicaciones concretas a ideas y conceptos presentados anteriormente. En este estilo, el enfoque es hallar el para qué de las cosas con tal de entender y asimilar mejor una idea específica.
Un ejemplo común es cuando en clase de física se nos presenta la teoría detrás de una fórmula. Una persona con preferencia al estilo de aprendizaje convergente entenderá mejor la fórmula cuando vea su utilidad en casos reales.
Aprendizaje divergente
El aprendizaje divergente se centra en la generación de ideas a partir de un concepto central o experiencia determinada. Esta práctica tiene como objetivo analizar experiencias concretas y observarlas, reflexionando sobre el porqué de las cosas. Al reflexionar sobre una idea desde diferentes puntos de vista y perspectivas, la persona aprende más sobre ella y su razón de ser.
Por ejemplo, una persona con aprendizaje divergente probará una comida y tratará de descubrir qué ingredientes tiene según los sabores que percibe. Es decir, primero siente la experiencia y luego saca conclusiones.
Aprendizaje asimilador
Una persona con un estilo de aprendizaje asimilador, según Kolb, acostumbra a reflexionar, observar y conceptualizar tanto experiencias como ideas. No busca experimentar o actuar, ni poner en práctica las ideas, sino asimilar la información viéndola, leyéndola y escuchándola.
Además, aquí se hace bastante hincapié en la elaboración de teorías y escenarios alternativos. Es a través del ejercicio de pensamiento y generación de ideas que las personas con este estilo aprenden más.
Por ejemplo, alguien con aprendizaje asimilador retendrá mejor la información leyendo teorías e instrucciones, sin necesidad de experimentar o pasar a la práctica.
Aprendizaje acomodador
El aprendizaje acomodador es un estilo totalmente centrado en la experiencia, en sacar conclusiones e ideas a partir de la experimentación. Se basa más en aprender usando la intuición más que el pensamiento lógico, probando distintas cosas hasta entender mejor la aplicación y utilidad de un concepto.
Por ejemplo, alguien con tendencia al aprendizaje acomodador suele tratar de montar un mueble sin apenas mirar las instrucciones, aprendiendo poco a poco para qué sirve cada pieza.
Estilos de aprendizaje según el modelo de Honey-Alonso
El modelo Honey-Alonso fue elaborado en 1994 por el psicólogo Peter Honey y la doctora educacional Catalina Alonso. El enfoque aquí es la actitud o relación entre la persona y la experiencia, en cómo actúa ante ella con el objeto de aprender.
El modelo Honey-Alonso menciona cuatro estilos de aprendizaje:
- Aprendizaje activo.
- Aprendizaje reflexivo.
- Aprendizaje teórico.
- Aprendizaje pragmático.
Aprendizaje activo
El aprendizaje activo se centra en aprender mejor al participar en actividades prácticas, experimentando de forma directa.
No se trata tanto de reflexionar sobre las ideas, teorizar o entender el porqué de las cosas. En su lugar, realizamos experimentos y prácticas, y luego observamos el resultado o las consecuencias que acarrea una acción u otra. Por ello, la experimentación cobra un papel importante en el aprendizaje activo.
Aprendizaje reflexivo
El aprendizaje reflexivo se enfoca en reflexionar y revisar experiencias pasadas. Para ello, es crucial estudiar y analizar los detalles que comprenden dichas experiencias, aprendiendo sobre los aciertos y errores que cometieron otras personas.
Es a partir de estas reflexiones que uno piensa en alternativas, concluye las ideas presentadas en la experiencia y las agrupa antes de actuar. Por lo tanto, una persona que prioriza el aprendizaje reflexivo se centra en recopilar toda la información posible y entenderla antes de dar el siguiente paso.
Aprendizaje teórico
El aprendizaje teórico hace hincapié no solo en revisar experiencias pasadas, sino en elaborar teorías sólidas y coherentes. Es decir, para entender mejor un concepto o experiencia, la persona va más allá, buscando escenarios alternativos o posibilidades para ver si una idea concreta sigue cumpliéndose o no.
Aprendizaje pragmático
En el aprendizaje pragmático, la persona trata de comprender el para qué de todas las cosas. O sea, aprende mejor cuando sabe para qué son útiles las ideas presentadas ante ella.
En este sentido, no es suficiente conocer la teoría o incluso realizar experimentos. La información se asimila mejor al descubrir la finalidad de cada idea, pues las personas que aprenden así relacionan conceptos con objetivos concretos.
Vea también Aprendizaje.
Referencias:
Fleming, N. D. (2001). Teaching and learning styles: VARK strategies. Christchurch, New Zealand: N.D. Fleming.
Alonso, C. M.; Gallego, D. J.; Honey, P. (1994) Los Estilos de Aprendizaje: Procedimientos de diagnóstico y mejora. Ediciones Mensajero. Bilbao, España.
Kolb, D. A. (1984). Experiential learning: Experience as the source of learning and development. Prentice-Hall.
Cómo citar: Significados, Equipo (13/03/2024). "Estilos de aprendizaje". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/estilos-de-aprendizaje/ Consultado: