Elementos de la narración
Los elementos de la narración son los componentes básicos que conforman una historia o relato. La narración es una herramienta que permite contar una historia de forma coherente y estructurada.
Se utiliza en diversos ámbitos como la literatura, el cine o la televisión, donde podemos encontrar historias atractivas y emocionantes, pero para ello debe integrar los siguientes elementos:
Personajes
Los personajes son cada uno de los seres que participan en la historia, ya sean personas, animales u objetos que han sido personificados. Sean imaginarios o inspirados en otros reales, los personajes han de tener una complejidad, una personalidad y una evolución que les haga atractivos para los lectores o espectadores.
Existen diferentes tipos de personajes, pero el más importante siempre es el protagonista, porque es quien soporta la mayor parte del peso de la acción. Otros personajes, como los antagonistas o los secundarios, sostienen menos peso en la historia, pero su presencia puede ser igualmente relevante.
Todo personaje ha de mantener la coherencia con el relato para que el lector u espectador consiga empatizar con sus conflictos y emociones.
Ejemplos de personajes:
En Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol, son personajes, por ejemplo, Alicia, El Sombrerero o el Conejo Blanco.
En La Metamorfosis de Franz Kafka son personajes Gregorio Samsa, Grete Samsa (hermana de Gregorio) y el señor y la señora Samsa (padres de Gregorio).
Espacio
El espacio es el elemento de la narración que hace referencia al lugar donde tiene lugar la acción y por el que deambulan los personajes. Contribuye a la generación de una atmósfera y, por tanto, influye de forma directa en la manera de narrar los hechos.
Puede ser un lugar real o una ficción inventada por el autor. Para que el lector o espectador pueda ubicarse en este contexto físico, es preciso que se realice una descripción detallada del mismo. El relato debe propiciar la visualización del escenario donde se van a desarrollar los acontecimientos.
Ejemplos de espacio:
En Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, el espacio es el pueblo de Macondo, un lugar creado por el autor para situar la acción.
En Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, el espacio sería el planeta Marte. El autor utiliza la descripción de paisajes marcianos para transmitir la sensación de estar en un mundo extraño y desconocido.
Tiempo
El tiempo, junto con el espacio, configura la ambientación en la que se desarrolla la historia. Puede ser producto de la invención del autor o corresponderse con un momento real, un momento histórico concreto. Juega un papel fundamental en la estructura de la historia, ya que debe ser coherente con aquello que se cuenta.
El tiempo de la narración puede ser lineal, es decir, que presenta los hechos siguiendo un orden secuencial y cronológico. En las narraciones no lineales, los hechos se presentan de forma menos lógica, realizando saltos entre distintos espacios temporales.
Ejemplos de tiempo:
El tiempo en Levantado del suelo, de José Saramago, se sitúa entre 1910 y 1974, año en que tiene lugar la llamada Revolución de los claveles.
En El Señor de los Anillos corresponde a la Tercera Edad del Sol, una etapa caracterizada por la decadencia de los elfos, según el imaginario de J. R. R. Tolkien, y que no tiene correspondencias históricas reales.
Acción
La acción es aquello que sucede en el relato, una serie de acontecimientos que se desarrollan a lo largo de la historia. Suele estar estructurada en varias partes que guardan una relación de coherencia entre sí. La estructura más utilizada suele ser inicio, desarrollo y desenlace, aunque en ocasiones podemos encontrar acciones que no siguen un desarrollo lineal.
La acción es el elemento imprescindible de una narración, proporciona ritmo a la historia y es un factor fundamental a la hora de atraer la atención de los lectores y espectadores.
Ejemplos de acción:
En Madame Bovary, de Gustave Flaubert, la acción se centra en la vida de Emma Bovary, que vive atrapada en un matrimonio infeliz y busca su satisfacción a través de aventuras amorosas y compras compulsivas. Su imprudencia la conduce a la ruina financiera y emocional.
La acción en el cuento El Perseguidor, de Julio Cortázar, se centra en la vida del saxofonista Johnny Carter y su obsesión por alcanzar la perfección musical, que desemboca en una crisis existencial que le hará reflexionar sobre temas como la creatividad, la locura y la muerte.
Narrador
El narrador es el elemento que se encarga de contar la historia. Existen diferentes tipos de narradores, en función de lo cual, varía el punto de vista desde el que se cuentan los hechos.
La forma de narrar puede ser directa o indirecta, es decir, el narrador puede ser un personaje dentro de la acción o ver los acontecimientos como un ente externo. Además, dependiendo del conocimiento que el narrador posea acerca de lo que acontece y de los personajes, encontraremos narradores omniscientes, aquellos que conocen todo (hechos, pensamientos y sentimientos) o narradores limitados.
Ejemplos de narrador:
En El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, el narrador es externo y omnisciente. Cuenta las hazañas de Don Quijote y su escudero, describiendo sus pensamientos y sentimientos. Además, es un tipo de narrador que interactúa con el lector y comenta sobre la obra y sus personajes. Permite una reflexión sobre la naturaleza de la ficción y la relación entre el autor, el narrador y el lector.
El narrador de Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain, es el personaje principal. La narración en primera persona permite al lector conocer la historia a través de los ojos y la inocencia de un niño. También permite al autor explorar temas controvertidos como la esclavitud, la justicia y la moralidad de una manera más directa y personal.
Ver también:
Cómo citar: Vicente, Eva (16/03/2023). "Elementos de la narración". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/elementos-de-la-narracion/ Consultado:
