Jeroglíficos
Los jeroglíficos son sistemas de escritura que utilizan símbolos en forma de figuras icónicas para representar palabras, sonidos, o conceptos complejos (conjunto de palabras).
La forma más conocida del jeroglífico es la utilizada por los antiguos egipcios, aunque otras culturas también desarrollaron sus propios sistemas jeroglíficos.
La escritura jeroglífica es simbólica y se basa en figuras a modo de iconos que representan todo tipo de conceptos. Y en algunos casos, sonidos.
Han existido diferentes sistemas o lenguajes basados en jeroglíficos, siendo el más conocido el utilizado en el Antiguo Egipto. Aunque también se desarrollaron otros, como la escritura jeroglífica del Imperio hitita, la de la Antigua China o los pictogramas mayas y aztecas en Mesoamérica, que también son considerados parte de un sistema lingüístico-religioso.
De hecho, la palabra jeroglífico procede del griego y significa "grabado sagrado", ya que los griegos mantuvieron un estrecho contacto con los antiguos egipcios.
Escritura jeroglífica egipcia
Se trata de todo un sistema de escritura desarrollado en el Antiguo Egipto, siendo uno de los más antiguos del mundo. Se cree que se originó en torno al 3300 a.C. y que se utilizó principalmente en inscripciones monumentales y en textos religiosos.
En la escritura egipcia, los jeroglíficos podían ser pictográficos (representando objetos) o fonéticos (representando sonidos).
El sistema de escritura jeroglífica egipcia se utilizaba principalmente en inscripciones monumentales, en templos, tumbas y estelas.
Es un sistema muy complejo. Y fue descifrado por primera vez en el siglo XIX, principalmente gracias al trabajo de Jean-François Champollion. Para ello se utilizó un fragmento de la Piedra de Roseta, que contenía el mismo texto escrito en jeroglíficos, en escritura hierática, demótica y en griego, lo que permitió finalmente su traducción.
Los primeros ejemplos de escritura egipcia podemos encontrarlos en cerámicas, normalmente utilizadas en rituales funerarios. A estos signos se los considera los precursores de los jeroglíficos. Por tanto, no fue hasta la primera Dinastía cuando se puede hablar de verdadera escritura jeroglífica.
Esta se componía de más de 700 signos, que podían representar objetos, sonidos (fonogramas) o ideas (ideogramas).
Al principio su uso se limitaba a inscripciones en templos, tumbas y estelas, pero con el tiempo se desarrolló lo que se conoce como escritura hierática, una versión simplificada de los jeroglíficos. Es a partir de entonces cuando aparecen textos jeroglíficos en todo tipo de contextos y en papiro: religiosos, administrativos e incluso literarios.
Esta escritura se mantuvo en uso durante todo el período dinástico, cuando Egipto era gobernado por faraones.
Fue ya al final de este periodo cuando apareció la escritura demótica. Se trata de una versión derivada de la hierática, utilizaba para textos que necesitaran ser leídos de viva voz. Y ambas convivieron hasta la época romana.
Durante mucho tiempo los jeroglíficos fueron indescifrables, pues no había otro sistema de escritura con el que compararlos, para lograr una traducción fidedigna. Finalmente, con el descubrimiento de la piedra Roseta, se consiguió resolver el enigma.
Ver Antiguo Egipto y Números Egipcios
Características de un jeroglífico
Eran pictogramas: los jeroglíficos representan siempre figuras concretas (animales, personas, o cosas). Pero con ellos no siempre se hace referencia a lo representado, sino a ideas abstractas. Por ejemplo, un escarabajo puede representar al sol.
Eran icónicos: están diseñados para leerse de forma rápida y fácil y ser estéticamente claros. La escritura jeroglífica es, en este sentido, muy armónica, especialmente cuando aparece en templos o espacios religiosos.
Formaban una lengua: eran parte de un sistema lingüístico. La mayoría de los jeroglíficos funcionan como palabras o conjunto de palabras. Y en la escritura demótica determinados sonidos. Por ejemplo, un jeroglífico que representa una boca puede sonar como "r.".
Eran sagrados: estaban conectados con la religión y eran considerados como las palabras de los dioses. Esto no solo les daba un valor especial, con textos de gran importancia como "El libro de los muertos", sino que también dotaba de valor a los escribas.
Se pueden leer de distinta forma: los jeroglíficos no necesitaban ser leídos en un sentido, sino que esto podía hacerse de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, o de arriba a abajo. Es decir, en cualquier dirección. Esto solo depende de cómo están orientados cada uno de los símbolos.
Los jeroglíficos a lo largo de historia
A lo largo de la historia, se han desarrollado varios sistemas de escritura jeroglífica. Especialmente en grandes civilizaciones del mundo antiguo, siendo los más conocidos los jeroglíficos egipcios. Sin embargo, también existen ejemplos en otras culturas: Antigua Mesopotamia, cultura Maya en América o Antigua China.
Los jeroglíficos fueron utilizados en la península de Anatolia por los pueblos hititas y luvitas, entre los siglos XIV y VII a.C. Surgió durante lo que se conoce como Imperio Hitita y continuó usándose en la zona de la actual Turquía.
También en Asia, en la Antigua China, se utilizaron símbolos que pueden ser calificados de "jeroglíficos", aunque no en un sentido estricto. Se trata de los primeros caracteres chinos, conocidos como jiaguwen. Estos caracteres datan de la dinastía Shang, entre el 1600 y el 1046 a.C.
Por su parte, la civilización maya también utilizó una escritura jeroglífica, al menos el siglo III a.C. hasta el siglo XVI d.C., aunque se han encontrado evidencias de inscripciones más antiguas. De hecho, se trata de uno de los grandes sistemas de escritura desarrollados en la América precolombina.
Vea también:
Cómo citar: Significados, Equipo (28/08/2024). "Jeroglíficos". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/el-jeroglifico/ Consultado: