Ejemplos de Textos Literarios
Los textos literarios presentan diferentes formas y características, ya que dependen de la voluntad de su autor. De este modo, son textos literarios los pertenecientes a la prosa y a la poesía, y están presentes en diferentes géneros y formas.
Un texto literario puede ser una obra de aventuras, de ciencia ficción, de terror, o una poesía lírica. También son literarios los textos que, independientemente de su extensión, hagan un uso estético de la palabra y de sus formas. Siendo así, también son literarios los cuentos infantiles, las obras de teatro y las canciones interpretadas por los poetas provenzales, por ejemplo.
A continuación, presentamos una serie de ejemplos de textos literarios de distintos géneros y formas.
La Odisea (poesía épica)
La Odisea es una de las obras cumbre de la literatura universal. Su original está escrita en verso, en griego antiguo. No obstante, su autor, Homero, la compuso en el VIII a. C.
Esta obra narra las aventuras y desventuras de Ulises (Odiseo, en griego) en su regreso a su reino de Ítaca tras la Guerra de Troya.
Uno de los pasajes más famosos es cuando Ulises y su tripulación se encuentran en la cueva de Polifemo:
Mas después que el licos empezaba a rondar las entrañas
del cíclope, volvíme yo a él con melosas palabras:
«Preguntaste, cíclope, cuál era mi nombre glorioso
y a decírtelo voy, tú dame el regalo ofrecido:
ese nombre es Ninguno. Ninguno mi padre y mi madre
me llamaron de siempre y también mis amigos». Tal dije
y con alma cruel al momento me dio la respuesta:
«A Ninguno me lo he de comer el postrero de todos,
a los otros primero; hete ahí mi regalo de huésped».
Don Quijote (novela)
Su título original es El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. Su autor, Miguel de Cervantes, publicó la primera parte en 1605. Es una de las obras más universales, y la segunda más traducida después de la Biblia.
En este libro, escrito en prosa, se encuentran elementos que sientan las bases de la novela moderna. Su protagonista, don Quijote, acompañado de su fiel Sancho Panza, imitando a los caballeros de los libros, se aventuran a desfazer entuertos.
Uno de los episodios más célebres es el de los molinos de viento:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
Hamlet (tragedia)
Hamlet es una de las tragedias más famosas del dramaturgo William Shakespeare. Esta obra teatral toma el nombre de su protagonista, Hamlet, príncipe de Dinamarca, y tiene lugar en el periodo medieval de este país. Tras ver al fantasma de su padre, Hamlet fingirá locura para descubrir el asesinato de su progenitor.
Ponemos como ejemplo el conocido monólogo de su protagonista.
Ser o no ser, esa es la cuestión:
si es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la áspera Fortuna
o armarse contra un mar de adversidades
y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,
nada más. Y si durmiendo terminaran
las angustias y los mil ataques naturales
herencia de la carne, sería una conclusión
seriamente deseable. Morir, dormir:
dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo;
pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno,
ya libres del agobio terrenal,
es una consideración que frena el juicio
y da tan larga vida a la desgracia [...]
Las ilusiones perdidas (novela)
Esta novela fue escrita por el francés Honoré de Balzac. En ella, un joven aspirante a escritor, Lucien de Rubempré, vive diferentes venturas y desventuras en el elegante, elitista y cruel París del siglo XIX.
Presentamos un fragmento:
Así, dos días después, Lucien pudo devolver a sus amigos el préstamo tan dadivosamente ofrecido. Tal vez nunca le pareció la vida más hermosa, pero el gesto de su amor propio no escapó a la penetrante mirada de sus amigos y a su delicada sensibilidad.
—¡Cualquiera diría que temes debernos algo! —exclamó Fulgence.
—¡Oh!, la satifacción que manifiesta es para mí algo muy grave —dijo Michel Chrestien—, confirma totalmente mis observaciones: Lucien es vanidoso.
—Es poeta —terció D´Arthez.
El Aleph (relato corto)
El argentino Jorge Luis Borges fue un maestro del relato corto y uno de los grandes genios literarios del siglo XX. Tomamos como ejemplo un fragmento de uno de sus relatos más conocidos: El Aleph. El título del relato también sirve como título del libro que lo incluye (junto a otros grandes relatos).
—Está en el sótano del comedor —explicó, aligerada su dicción por angustia—. Es mío: yo lo descubrí en la niñez, antes de la edad escolar. La escalera del sótano es empinada, mis tíos me tenían prohibido el descenso, pero alguien dijo que había un mundo en el sótano. Se refería, lo supe después, a un baúl, pero yo entendí que había un mundo. Bajé secretamente, rodé por la escalera vedada, caí. Al abrir los ojos, vi el Aleph.
—¿El Aleph? —repetí.
Sí, el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos [...]
Romance sonámbulo (poesía)
El «Romance sonámbulo» es una de las obras más conocidas del español Federico García Lorca. Esta composición poética forma parte de la compilación Romancero gitano, una de sus obras más importantes.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura,
ella sueña en su baranda
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
Y ella no puede mirarlas [...]
Pedro Páramo (novela)
Fue la primera obra del mexicano Juan Rulfo, Pedro Páramo es uno de los clásicos de la literatura en español del siglo XX. En esta novela de corta extensión, el protagonista es Juan Preciado (hijo de Pedro Páramo), que se dirige hacia la ciudad de Comala para cobrar una promesa.
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre de lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera, Le apreté sus manos en señal de que lo haría: pues ela estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo. «No dejes de ir a visitarlo —me recomendó—. Se llama de otro modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte». Entonces no pude decir otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
Cien años de soledad (novela)
Cien años de soledad es una de las novelas más importantes del siglo XX y de las más célebres escritas en español. Su autor fue el colombiano Gabriel García Márquez, ganador del Nobel de Literatura.
Esta obra presenta uno de los comienzos más conocidos de la literatura universal:
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daba a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia.
Romance (poesía)
El romance que presentamos es de la autora mexicana sor Juana Inés de la Cruz, una de las máximas exponentes del barroco literario.
Afuera, afuera, ansias mías;
no el respeto os embarace:
que es lisonja de la pena
perder el miedo a los males.
Salga el dolor a las voces
si quiere mostrar lo grande,
y acredite lo insufrible
con no poder ocultarse [...]
El Lazarillo de Tormes (novela picaresca)
Su título completo es La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades. Esta obra anónimadel Renacimiento de gran carga satírica sentó las bases de la llamada "novela picaresca". Aquí, un joven pícaro llamado Lázaro se busca la vida sirviendo a diferentes y curiosos amos.
En este ejemplo, Lázaro sirve a un amo ciego, y ambos se encuentran comiendo uvas (habían acordado comerlas de una en una):
Hecho asní el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó de propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté en ir a la par con él, mas aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres, y como podía, las comía. Acabado el racimo, estuvo estuvo un poco con el escobajo en la mano, y meneando la cabeza dijo:
—Lázaro, engañado me has; juraré yo a Dios que has comido las uvas de tres a tres.
—No comí —dije yo—, mas ¿por qué sospecháis eso?
respondió el sagacísimo ciego:
—¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.
It (novela de terror)
Stephen King es uno de los maestros del terror. Una de sus obras más famosas es It (llevada al cine en un par de ocaiones), una extensa novela en donde el célebre Pennywise atormenta a la ciudad de Derry, hasta que un grupo de jóvenes se enfrenta a él.
Vio sombras bamboleándose en la pared, sobre él.
El terror atenazó la garganta de Stan. Era como tragarse algo caliente y horrible, un repulsivo medicamento que lo galvanizaba a uno como la electricidad. Las sombras lo provocaron.
Lo vio solo por un momento. Tuvo apenas ese breve tiempo para observar que eran dos, que iban encorvados y con aspecto antinatural. Tuvo sólo ese momento porque la luz se estaba yendo rápidamente. Y en el momento en que giraba, la pesada puerta de la torre se cerró a su espalda.
Stanley corrió escaleras abajo (había subido más de doce esclaones, aunque solo recordaba dos o tres), asustado. había demasiada oscuridad y no se veía nada. Oyó su propia respiración, oyó la música de feria que seguía sonando, allá arriva.
«¿Qué hace un organillo, aquí, en la oscuridad? ¿Quién lo toca?»
Y oyó pasos mojados. Se acercaban. Se estaban acercando.
El beso de la mujer araña (novela)
Manuel Puig, argentino, traslada la acción de esta a obra a una cárcel. En ella, dos presos (Molina y Valentín) mantienen diferentes diálogos, muchos de ellos sobre cine, el amor, política y otras cuestiones.
Reproducimos uno de estos diálogos:
—La culpa es mía, por haber comido.
—No pienses en el dolor, ni te pongas nervioso. Porque es todo nervioso, vos charlá, de cualquier cosa.
—Como te dije, aquella piba de que te hablé, de familia burguesa, y de costumbres muy liberales, no es mi compañera, la que me escribió.
—¿Y ésta quién es?
—Aquella de que te hablé entró conmigo en el movimiento, pero vino un momento en que se abrió, y trató en lo posible que yo también me abriera.
—¿Por qué?
—Ella estaba demasiado apegada a la vida, estaba feliz conmigo, y con la relación nuestra le bastaba. Y ahí empezamos a andar mal [...]
Nada (novela)
La española Carmen Laforet fue la autora de esta novela. En ella, se describe y respira el ambiente decadente de una familia venida a menos, con sus problemas e inquietudes.
Esta obra fue galardonada con varios premios, y está considerada una de las obras más importantes de la posguerra española.
Presentamos como ejemplo el siguiente fragmento:
—Se te ven brillar los ojos grises como a un gato —dijo.
Yo descargué mi atontamiento y mi tensión en algo parecido a un suspiro.
—Bueno, ¿qué me contestas?
—No, Román, gracias. Esta tarde quiero estudiar.
Román frotó una cerilla para encender el cigarrillo; vi un instante, entre las sombras, su cara iluminada por el resplandor rojizo y su singular sonrisa, luego las doradas hebras ardiendo. En seguida un punto rojo y alrededor otra vez la luz violeta del crepúsculo.
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Cómo citar: Muriel, Tomás (17/03/2025). "Ejemplos de Textos Literarios". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ejemplos-de-textos-literarios/ Consultado: