Los 10 Dioses Aztecas más importantes y su significado
Los aztecas, también conocidos como mexicas, eran una de las tribus nahuas que provenían de Aztlán, lugar mítico situado al norte de Mesoamérica. Cuando llegaron al valle de Anáhuac, trajeron consigo el culto de sus dioses e incorporaron elementos religiosos de las civilizaciones presentes en el altiplano central de México.
Los expertos han llegado a contar más de cien dioses en el panteón azteca. En general, estos dioses mesoamericanos eran asociados a fenómenos naturales, como Tláloc, que era el dios de la lluvia; o a actividades humanas, como Yacatecuhli, que estaba ligado a los viajes comerciales.
También podían tomar forma animal, como Tepeyóllotl, el jaguar dios de las montañas; o representar astros del cielo, como Tlahuizcalpantecuhtli, el señor de la estrella del amanecer. A continuación presentamos una lista de los principales dioses adorados por la cultura azteca-mexica.
1. Huitzilopochtli: supremo dios de la guerra
Huitzilopochtli era el dios de la guerra y el sol. Fue la deidad suprema para los azteca-mexicas, pues bajo su guía el pueblo migró en busca de una tierra prometida. Según los antiguos relatos, Huitzilopochtli indicó la señal para que los mexicas fundaran la gran ciudad de Tenochtitlan en el lago Texcoco, y desde allí construyeran su imperio.
El nombre de Huitzilopochtli significa "el colibrí de la izquierda". Los colibríes representaban la reencarnación de grandes guerreros en la cultura azteca. La versión más importante sobre el origen de Huitzilopochtli cuenta que era hijo de la diosa Coatlicue.
Coatlicue tuvo muchos hijos, pero estos planificaron matarla cuando ella estaba embarazada de Huitzilopochtli. Mientras Coatlicue huía, Huitzilopochtli nació siendo ya adulto y con la fuerza del guerrero. Entonces peleó con su hermana Coyolxauhqui y sus otros 400 hermanos.
Al vencerlos, transformó a Coyolxauhqui en la luna, y a sus hermanos en las estrellas meridionales. Por eso, los aztecas entendían que cada día el sol, Huitzipochtli, debía vencer a la luna, Coyolxauhqui. Para darle fuerza al sol, los aztecas creyeron necesario ofrendarle sangre y corazones a Huitzilopochtli mediante sacrificios humanos para que cada mañana pudiera resurgir.
2. Quetzalcóatl: la sabia serpiente de plumas
Quetzalcóatl es el dios representado como la "serpiente emplumada". Su culto era muy importante en la cultura azteca-mexica, donde se tenía como patrón del conocimiento e inventor de los libros, por lo que se adoraba en los calmécac, las escuelas de sacerdotes y de la nobleza de Tenochtitlan.
Sin embargo, la veneración a la serpiente emplumada es anterior a la formación del imperio azteca. Los tehotihucanos construyeron el templo de Quetzalcóatl durante el periodo clásico mesoamericano (siglos IV-IX). Luego, con la llegada de las tribus toltecas que venían del norte, el culto a esta deidad se extendió.
Uno de los mitos más significativos acerca de Quetzalcóatl lo muestra como el creador de los seres humanos. Quetzalcóatl bajó al Mictlán, el inframundo, en compañía de Xolotl, el dios con forma de perro. Reunió huesos de los muertos de la antigüedad y derramó sobre estos su propia sangre para crear a los hombres de nuestra era.
La serpiente emplumada, Quetzalcoátl, tuvo el nombre de Kukulcán entre los mayas, y fue conocida como Gucumatz entre los Quichés. Entre sus personalidades, también estaba asociado a Ehecatl, el dios del viento, como era llamado por los huastecos.
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3. Tláloc: dios de tempestades
Tláloc era el dios de la lluvia y tenía el poder para que las cosechas fueran abundantes o, por el contrario, era quien podía causar sequías y hambre si se enojaba. Al igual que Quetzalcóatl, el dios Tláloc ya era conocido por otras civilizaciones mesoamericanas que precedieron al imperio azteca.
Otros nombres de deidades asociadas con la lluvia y los poderes de Tláloc, fueron el dios maya Chac; el dios zapoteca Pitao Cocijo; y el dios mixteca Dzahui.
En el gran templo de Tenochtitlan, capital del imperio azteca-mexica, había dos santuarios de gran tamaño. Uno dedicado a Huitzilopochtli y el otro a Tláloc, a quien invocaban los sacerdotes para que las condiciones climáticas fueran favorables.
Tláloc gobernaba sobre el Tlaloque, el conjunto de dioses ligados a las condiciones atmosféricas y al agua. También era el señor del Tlalocan, un paraíso ubicado en el lado oriental del universo, donde recibía a las personas muertas ahogadas o por causa de inundaciones.
A Tláloc lo acompañaba Matlalcueye, la diosa de faldas verdes, quien reinaba sobre los ríos y los lagos de agua dulce.
4. Tezcalipoca: el dios que todo lo ve
Tezcalipoca era el dios del cielo nocturno, aunque podía ser representado bajo muchos otros aspectos y personalidades. En la mitología azteca-mexica, Tezcalipoca fue el señor del Sol Jaguar, esto es, el gobernante del primero de los cuatro mundos que existieron antes del actual.
Cuando gobernaba sobre el cielo Tezcalipoca, el primer sol, había mucho calor y la vida no podía florecer. Entonces Qutezalcoátl, dios del viento, lo golpeó y Tezcalipoca cayó a la tierra. Se convirtió en jaguar y así desapareció la primera era.
Aunque Tezcalipoca y Quetzalcoátl pelearon y eran contrarios, ambos actuaron en conjunto después para crear la era del Quinto Sol. A Tezcalipoca se le conocía como el Tezcalipoca negro, el del espejo humeante. Era un dios que todo lo podía ver. Mientras Quetzalcoátl era su contrario, considerado el Tezcalipoca blanco.
5. Tonatiuh: el señor de la última era solar
Tonatiuh era el dios del Quinto Sol, la era final en la que vivían los aztecas. De acuerdo con la mitología compartida por diversos pueblos mesoamericanos, el mundo había pasado por 4 eras, a saber:
- Nahui Oclotl (era del jaguar, o Primer Sol), gobernada por Tezcalipoca.
- Nahui Ehécatl (era del viento, o Segundo Sol), gobernada por Quetzalcoátl.
- Nahui Quiáhuitl (era de la lluvia, o Tercer Sol), gobernada por Tláloc.
- Nahui Atl (era del agua, o Cuarto Sol), gobernada por la diosa Chalchiuhtlicue, también llamada Matlalcueye.
- Y finalmente, Nahui Ollin (la era del movimiento, o Quinto Sol), gobernada por Tonatiuh.
Tonatiuh significa "el que va adelante brillando". Esta deidad era vinculada al águila ascendente del amanecer y al águila descendente del ocaso. Como sucedía con los demás dioses ligados al sol, los rituales de Tonatiuh exigían sacrificios humanos para prolongar la existencia del mundo.
La figura de Tonatiuh aparece en el centro de la Piedra Solar, también conocida como Calendario Azteca. De acuerdo con algunas versiones del mito, la era del Quinto Sol, regida por Tonatiuh, culminará con desastres naturales provocados por terremotos.
Vea también:
6. Centéotl y Chicomecóatl: dioses del maíz
Centéotl era la deidad del maíz para la cultura azteca-mexica. El culto al maíz fue común a todas las culturas agrarias de Mesoamérica, porque era considerado como la fuente de la vida. Se han encontrado hallazgos arqueológicos que muestran la adoración al maíz desde tiempos de la civilización Olmeca, hace más de dos mil años.
El nombre de Centéotl significa "mazorca del maíz seco, o maduro", teniendo además un aspecto femenino, el de la diosa Chicomecóatl.
Ambos supervisaban el cultivo, el crecimiento y la cosecha del maíz. A Chicomecoátl se le rendía culto antes de iniciar las siembras, pues ella estaba en las semillas que debían ser bendecidas.
7. Xochiquétzal: dama de la belleza y el placer
Xochiquétzal era una de las diosas vinculadas con la fertilidad en la cultura azteca-mexica. No obstante, a diferencia de otras diosas, Xochiquétzal era representada como una mujer joven, y además se le tenía como diosa de la belleza, del placer y de los tejidos majestuosos.
El nombre de Xochiquétzal significa "flor y pluma de quetzal". Los mitos aztecas mencionan que Xochiquétzal fue esposa de varios dioses, entre los que estaban Tláloc, Tezcalipoca, y Piltzintecuhtli, con quien tuvo un hijo, Centéotl.
Uno de los mitos sobre Xochiquétzal cuenta que la diosa fue raptada por Tezcalipoca cuando aún era la consorte de Tláloc, con quien había colaborado para que hubiera fertilidad en el mundo. Tezcalipoca mantuvo a Xochiquétzal secuestrada por un tiempo, pero Tláloc fue a rescatarla.
Tláloc logró su objetivo y llevó a Xochiquétzal al Xochiltalplan, o "tierra de las flores". En venganza, Tezcalipoca, que era uno de los dioses creadores del mundo, le prohibió a Xochiquétzal regresar a la tierra donde habitaban los humanos.
8. Yacatecuhtli: protector de viajeros y mercaderes
Yacatecuhtli era el dios tutelar de los comerciantes del imperio azteca-mexica, en especial de los pertenecientes al gremio de los pochtecas. Los pochtecas eran los mercaderes que gozaban de privilegios otorgados por la clase gobernante.
El dios Yacatecuhtli suele aparecer con un bastón, que apoya sus largas caminatas. Su nombre significa "señor de la nariz grande", con la cual aparece dibujado en sus representaciones. Los viajeros creían que su nariz servía de guía para indicar los senderos correctos.
Los circuitos comerciales de los pochtecas en el imperio llegaban a lugares tan lejanos como la actual Nicaragua en el sur y a las fronteras con lo territorios chichimecas por el norte.
9. Coatlicue: dueña y consumidora de todo lo que perece
Coatlicue era la diosa de la tierra y de la fertilidad. Se estimaba como una deidad con poderes tanto para la creación como para la destrucción. Coatlicue significaba "la falda de las serpientes" y, por lo general, fue representada como una figura temible.
En su collar había calaveras y corazones, porque ella, siendo la tierra, devoraba todo lo que moría. En la mitología, era la madre del dios Huitzilopochtli.
Coatlicue quedó embarazada un día mientras limpiaba el suelo y unas plumas bajaron del cielo. Ella las recogió y las puso en su cintura, gestando así a un nuevo dios. Varios de sus hijos, al darse cuenta, intentaron asesinarla, pero Huitzilopochtli los destruyó.
10. Mictlantecuhtli: señor del inframundo
Mictlantecuhtli era el dios azteca de la muerte y regidor del Mictlán, esto es, del noveno y último nivel del inframundo. Allí recibía a quienes morían de manera natural, o a aquéllos a quienes no los aguardaba ninguno de los paraísos.
Mictlanteculi significa "el señor del lugar de los muertos", y en el Mictlán gobernaba en conjunto con su esposa Mictecacíhuatl. Otras culturas, como la mixteca y la zapoteca, también le rendían culto al señor del inframundo. Los zapotecas le llamaban Pitao Pezeelao.
Según una de las narraciones sobre el origen de la humanidad, Mictlantecuhti intentó impedir que Quetzalcóatl llegara al Mictlán a tomar los huesos de criaturas del pasado. Quetzalcóatl quería con estos dar forma y vida a los seres del nuevo mundo.
El señor del Mictlán pusó obstáculos en el trayecto y también lo desafió en varias oportunidades. No obstante, Quetzalcóatl dio 4 vueltas al inframundo, superando todas las trabas de Mictlantecuhti. Finalmente, recolectó los huesos, los trituró, y mezcló su sangre con este polvo para crear a los hombres.
Bibliografía
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Miller, Mary E. & Taube, Karl (1993) The Gods and Symbols of Ancient Mexico and the Maya: An Illustrated Dictionary of Mesoamerican Religion. Ed. Thames & Hudson.
Vela, Enrique (Agosto 2021) “Los dioses del maíz”, en Arqueología Mexicana. Número 98. Páginas 62-65.
Vea también
- Significado de Aztecas
- Cultura Mexica
- La Triple Alianza Mexica
- Cultura Tolteca
- 8 hechos claves en la historia de México
- Qué significa México
Cómo citar: Arellano, Frank (07/09/2023). "Los 10 Dioses Aztecas más importantes y su significado". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/dioses-aztecas/ Consultado: