Qué es un Cuento
Un cuento es un relato o narración breve de carácter ficticio con un argumento fácil de entender y cuyo objetivo es formativo o lúdico.
El cuento comprende una serie de acciones en las que intervienen uno o varios personajes, dentro de un contexto temporal y físico, en ocasiones sin especificar.
De una forma genérica, se ha establecido una estructura que consta de tres partes: inicio, nudo y desenlace.
Pese a su trama sencilla, el cuento posee un carácter intenso que pretende captar la atención del lector desde el principio.
La temática es muy variada; aunque pueden basarse en historias reales, los cuentos se definen por narrar hechos fantásticos y fabulosos.
Características del cuento
Aunque las historias de cuentos son muy variadas, comparten ciertas características comunes:
Trama central y protagonista focalizado. El cuento se centra en una trama principal y un protagonista definido, evitando sub-tramas que distraigan del hilo conductor de la historia.
Contexto espacio-temporal delimitado. Las acciones suelen ubicarse en un tiempo y espacio específicos desde el inicio, proporcionando un marco claro para la narración. Esto puede ser un reino lejano, un pueblo pequeño o incluso un mundo fantástico.
Ficción y elementos fantásticos. Si bien pueden inspirarse en hechos reales, los cuentos se caracterizan por su naturaleza ficticia y a menudo incorporan elementos mágicos, sobrenaturales o imaginativos que escapan a las leyes de la realidad.
Causalidad y consecuencia. Cada acción dentro del cuento tiene una repercusión directa en el desarrollo de la trama, creando una cadena de eventos que conducen a un desenlace.
Conflicto y resolución. El protagonista se enfrenta a un conflicto o desafío que debe superar para alcanzar su objetivo. Este conflicto puede ser interno (emocional) o externo (contra la naturaleza, otros personajes, etc.).
Elementos clave y pistas. A lo largo de la historia, se introducen elementos clave o pistas que resultan fundamentales para que el protagonista resuelva el conflicto y alcance su meta. Estos elementos pueden ser objetos mágicos, conocimientos secretos o la ayuda de personajes secundarios.
Brevedad y concisión. Los cuentos se caracterizan por su extensión reducida, lo que obliga a los autores a seleccionar cuidadosamente los detalles y a desarrollar la trama de manera eficiente.
Estructura cerrada. La narrativa del cuento sigue una estructura clara y definida, con un principio, un desarrollo y un desenlace. Esta estructura cerrada proporciona una sensación de completitud y satisfacción al lector.
Lenguaje conciso y vívido. Los cuentos suelen emplear un lenguaje sencillo y directo, pero a la vez evocador y capaz de crear imágenes vívidas en la mente del lector.
Función lúdica y didáctica. Además de entretener, los cuentos pueden transmitir valores, enseñar lecciones de vida o explorar temas universales como el amor, la amistad, el bien y el mal.
Ver también:
Partes de un cuento
Inicio
Es el comienzo de la historia, donde se presentan los personajes y una situación sosegada, en la que, por lo general, se produce un desequilibrio, un elemento de ruptura que desencadena la trama. Al final de esta primera parte se presenta el villano o la situación a la que se enfrentará el protagonista.
Nudo
Es la parte central del relato, donde se plantea y se desarrolla el conflicto. Los personajes se verán obligados a llevar a cabo acciones inesperadas, pero necesarias para superar sus obstáculos. Representa el punto álgido de la historia, el momento de mayor tensión.
Desenlace
Supone el cierre del relato, en ocasiones restableciéndose el equilibrio inicial y concluyendo con una nueva situación. En los cuentos infantiles, las historias tienen un final feliz y pueden terminar con una lección de tipo moral. Es, por tanto, la resolución de la trama, que en función del tipo de cuento, no siempre termina bien para el protagonista.
Tipos de cuentos
Los cuentos, en función de su origen, se dividen en dos grandes categorías, populares y literarios.
Cuentos populares
Son historias ficticias cuyos autores son desconocidos, se consideran fruto de la tradición popular y su transmisión se produjo de forma oral.
Ejemplos de esta categoría son algunos de los cuentos infantiles más conocidos, como El patito feo o El gato con botas.
Cuentos literarios
Son historias ficticias que, a diferencia del cuento popular, han sido creadas directamente en formato escrito, y en la mayoría de los casos tienen un autor conocido.
Pertenecen a este grupo ejemplos como El gato negro, de Edgar Allan Poe, o El llano en llamas, de Juan Rulfo.
A continuación veremos algunos de los tipos de cuentos que podemos encontrar en función del tema que aborden o del público al que estén dirigidos. En ocasiones, un mismo cuento puede albergar elementos propios de varios tipos.
Cuentos de hadas o maravillosos
Los cuentos de hadas están protagonizados por personajes fantásticos o sobrenaturales, como hadas, duendes, brujas, etc.
Ejemplos de cuentos de hadas o cuentos maravillosos son Caperucita Roja o Ricitos de oro y los tres osos.
Cuentos de costumbres
Son cuentos cuyo objetivo es reflejar las costumbres de las sociedades agrarias o feudales. En este tipo de historias son comunes las doncellas, los príncipes, el rey, los campesinos, etc.
Ejemplos de cuentos de costumbres son:
Las historias de Garbancito, un personaje de la tradición oral española, hijo de unos campesinos y cuya principal característica es que es tan pequeño como un garbanzo.
También La cenicienta y La bella durmiente, recopilados por los hermanos Grimm, son algunos ejemplos populares de cuentos de costumbres.
Cuentos para niños
Los cuentos para niños no son en sí mismos un tipo de cuento, ya que pueden ser cuentos populares o literarios. Sin embargo, tienen una gran relevancia en el proceso de aprendizaje, ya que estimulan la imaginación con el uso de imágenes y suelen dejar un mensaje a modo de lección moral.
Ejemplos de cuentos infantiles son clásicos como El flautista de Hamelin y Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, Las aventuras de Pinocho o simplemente Pinocho de Carlo Collodi.
Mientras que algunos ejemplos más actuales pueden ser La pequeña oruga glotona de Eric Dale y Donde habitan los monstruos de Maurice Sendak.
Cuentos realistas
Los cuentos realistas son aquellos que presentan escenarios y situaciones verosímiles. Aunque narran hechos ficticios, el lector puede sentirse identificado con aquello que está leyendo, porque se adapta a su realidad.
El tiempo, el espacio, el lenguaje y la temática consiguen que este tipo de relatos se aproxime a lo que sucede en la vida cotidiana.
Ejemplos de cuentos realistas son Un beso, de Vicente Blasco Ibáñez, o Las puertas del cielo, de Julio Cortázar.
Cuentos de ciencia ficción
Los cuentos de ciencia ficción se sitúan en un tiempo y un espacio que se alejan de la realidad. En ellos se mezclan la literatura y el elemento imaginario con el conocimiento científico y los avances tecnológicos. A pesar de que las situaciones que se recrean en estos textos resultan inverosímiles, atraen a un gran número de lectores.
Ejemplos de cuentos de ciencia ficción son Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, o La sonrisa del cyborg, de Isaac Asimov.
Ver también:
Cómo citar: Significados, Equipo (09/10/2024). "Qué es un Cuento". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/cuento/ Consultado: