Aparato reproductor masculino

Stephen Rhoton

Graduado en Ingeniería de Sistemas Biológicos

El aparato o sistema reproductor masculino es un grupo de órganos encargado de producir y expulsar las células sexuales masculinas, los espermatozoides. Algunos de los órganos clave son los testículos, el pene y la próstata.

Este aparato es esencial en la reproducción del ser humano, ya que los espermatozoides contienen parte del material genético necesario para formar un embrión.

Para lograr su cometido, los genitales masculinos cooperan con otros sistemas del cuerpo humano para cumplir sus funciones. Por ejemplo, el sistema muscular interviene para mover el semen desde las vesículas seminales hasta el orificio de la uretra.

El aparato reproductor masculino posee diversos órganos ubicados tanto dentro como fuera de la pelvis. A continuación, presentamos sus partes.

Partes del aparato reproductor masculino

Partes del aparato reproductor masculino, incluyendo genitales externos e internos.

El aparato reproductor masculino está compuesto por dos grupos de genitales: los externos y los internos. Los genitales externos, que sobresalen de la pelvis, son:

Escroto: es un saco hecho de piel, músculos y varias capas de tejidos que rodea y protege los testículos. Su función principal es la de controlar la temperatura de los testículos a través del movimiento del músculo llamado cremáster, que se contrae o se relaja con las bajadas y subidas de temperatura, respectivamente.
Testículos: son glándulas con forma ovoide que producen espermatozoides y testosterona, la hormona masculina. Son el órgano más importante para la reproducción de los seres humanos, pues el espermatozoide es el encargado de fecundar el óvulo y unir el material genético masculino y femenino. En general, los testículos miden entre 4 y 7 centímetros.
Epidídimo: es un conducto contraído que recubre parte de los testículos, encargado de albergar espermatozoides y proporcionar el entorno adecuado hasta que maduran y adquieran la capacidad de desplazarse.
Pene: es un órgano eréctil por donde se expulsa tanto la orina como el semen a través del orificio de la uretra. Se divide en raíz, que es la base del pene; tronco o cuerpo; y el extremo, llamado glande. En las personas no circuncidadas, el glande está cubierto por un pliegue cutáneo, llamado prepucio, que lo cubre cuando el pene no está erecto. Su interior se compone de tres cuerpos cilíndricos:
- Dos cuerpos cavernosos que envuelven la parte más exterior y superior del pene, y contienen la mayor parte de las arterias de este órgano.
- Un cuerpo esponjoso en la parte interior e inferior del pene, que rodea la uretra.

Los genitales internos, ubicados dentro de la pelvis, son:

Conductos deferentes: son dos vías que conducen los espermatozoides madurados desde el epidídimo hasta la vesícula seminal. Miden alrededor de 30 centímetros de largo, mas puede variar según la persona.
Vesículas seminales: situadas detrás de la vejiga, secretan parte del líquido seminal, proveyendo a los espermatozoides de los nutrientes necesarios. Es también el punto de conexión entre los conductos deferentes, por donde vienen los espermatozoides, y los conductos eyaculadores.
Conductos eyaculadores: son vías que parten de las vesículas seminales y pasan por la próstata antes de conectar con la uretra.
Próstata: es una glándula sexual accesoria del tamaño de una nuez que secreta un líquido que aporta más nutrientes y enzimas para los espermatozoides. Se ubica debajo de la vejiga, enfrente del recto, y rodea tanto los conductos eyaculadores como la primera sección de la uretra.
Glándulas bulbouretrales o glándulas de Cowper: son glándulas situadas debajo de la próstata y que secretan un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra, preparándola para el paso del semen. Suele contener una fracción pequeña de espermatozoides.
Uretra: es un tubo de diámetro milimétrico que transporta tanto el semen como la orina que proviene de la vejiga.

Vea también Órganos del cuerpo humano y sus funciones.

Funciones del aparato reproductor masculino

La función principal del aparato reproductor masculino es la producción de los gametos masculinos, o sea, los espermatozoides. Estos contienen la mitad del material genético necesario para formar el embrión tras fecundar un óvulo.

En segundo lugar, se encarga de producir el líquido seminal, esencial para proporcionar a los espermatozoides el medio y nutrientes necesarios para que subsistan hasta fecundar el óvulo.

El aparato reproductor masculino también posee un sistema complejo que prepara el pene para el coito y produce la eyaculación. En concreto, el sistema nervioso, circulatorio y muscular cooperan con el aparato para dar lugar a la erección y desplazar el semen hasta expulsarlo por el orificio de la uretra.

Una última función es la producción de testosterona, la hormona masculina. Esta interviene en la maduración de órganos reproductores y el desarrollo de características físicas masculinas, como el crecimiento muscular y óseo, el cambio de voz o la aparición de vello facial y púbico.

Vea también Sistema nervioso y Sistema circulatorio.

Características del aparato reproductor masculino

Un espermatozoide es una célula haploide, es decir, que contiene solamente la mitad del material genético de una persona. Al fecundar un óvulo, juntos forman el cigoto, un tipo de célula diploide que, luego de multiplicarse, da lugar al embrión.
Los espermatozoides tardan entre 10 y 14 días en madurar.
Cada testículo produce decenas de millones de espermatozoides diariamente.
Los espermatozoides viven durante semanas en el epidídimo antes de morir; sin embargo, cuando son expulsados junto con el semen, solo pueden sobrevivir por unos minutos.
Los testículos también forman parte del sistema endocrino, ya que producen testosterona, la hormona masculina.
El aparato reproductor masculino y el sistema urinario tienen una vía en común: la uretra.
La próstata crece casi el doble de tamaño cuando el hombre alcanza la pubertad, y suele crecer más conforme pasan los años.

Vea también Aparato reproductor femenino.